Así se desprende de la segunda edición del informe ‘La Reputación en Fundaciones Corporativas. Estudio sobre los valores reputaciones más relevantes’, elaborado por Villafañe, que también refleja que la mayor parte de los encuestados, un 45,5%, dice tener una valoración neutra sobre su reputación, y un 19,4% manifiesta una opinión negativa.

Estos resultados han sido presentados durante una jornada celebrada en Espacio Telefónica de Gran Vía, en Madrid, con la intervención de los principales responsables de fundaciones corporativas como Fundación Endesa, Fundación ONCE, Fundación Telefónica, Fundación Abertis y el apoyo de la Asociación Española de Fundaciones.

La nota media otorgada a la labor de las fundaciones corporativas por parte de la sociedad queda en un 5,65. A la hora de puntuar, las mujeres son más generosas que los hombres, con un 5,85 frente a 5,45 de media, y lo mismo ocurre con las personas con discapacidad respecto a quienes no la tienen, con un 5,88 frente a 5,65.

La nota más alta procede de aquellos que participan o han participado en actividades voluntarias, con un 6,05, mientras que las personas que nunca han formado parte de estas tareas dan un 5,56.

El estudio concluye que la valoración reputacional de la sociedad en general “es bastante más crítica al tener un conocimiento directo menor”. Sin embargo, la nota es más alta entre aquellos que entienden mejor “su funcionamiento y labor”, como los directivos y el público altamente informado (PAI).

Los directivos otorgan una nota de 7,46 sobre 10, lo que evidencia que existe “margen para mejorar, especialmente en lo que respecta a la visibilidad y conocimiento de la labor de las fundaciones”. Los expertos PAI conceden una calificación de 7,17.

ÚTILES PARA LA SOCIEDAD

Además de conocer la percepción reputacional de las fundaciones corporativas, esta segunda edición del informe también ahonda en el papel que representan para la sociedad.

Más de la mitad de la población, en concreto, un 69,2% cree que son útiles, frente a un 13,1% que no ve ningún impacto real. Este último grupo se mostró escéptico en el estudio y desconfiado hacia las fundaciones, a las que perciben “como un instrumento de marketing empresarial más que como agentes de transformación social”.

Entre ambos extremos, un 17,8% de los encuestados no tiene ninguna opinión clara al respecto de la utilidad de las fundaciones corporativas. Su valoración suele deberse al desconocimiento, la falta de contacto directo o la indiferencia.

Dentro de ese casi 70% de ciudadanos que encuentran útiles socialmente las fundaciones corporativas, también hay matices. El 20% sostuvo que son necesarias, sobre todo por su capacidad para dar cobertura donde no llega el Estado y, también, por su papel como vehículo de canalización de recursos empresariales.

Un 47,2% les da una valoración positiva, aunque admitieron que deberían mejorar algunos aspectos, como la transparencia, generar mayor impacto, desvincularse de intereses comerciales o dar a conocer más su labor.

“Estos resultados reflejan una percepción mayoritariamente favorable, pero también señalan la existencia de expectativas de mejora y cierto desconocimiento o falta de posicionamiento que debe abordarse por parte de estas entidades”, concluye el estudio.

Según la directora de consultoría de Villafañe, Lissette Horta, "el informe lo que nos viene a demostrar es que hay un alto desconocimiento de la labor de las fundaciones en la sociedad, más de un 30% de la población no sabe decir qué hacen las fundaciones corporativas a día de hoy".

Según explicó a Servimedia, el análisis realizado evidencia además que persisten en la sociedad ciertos conceptos "antiguos" relacionados con "malas prácticas asociadas a las fundaciones corporativas" vinculados a pagar menos impuestos o a un afán de marketing que están alejados de la realidad del sector y que se deben a ese desconocimiento de la labor de las entidades.

En este sentido, el informe revela también que la transparencia es el elemento clave para que esa percepción errónea desaparezca.

Precisamente la directora general de Fundación Endesa, entidad destacada en el informe como referente por su transparencia y su contribución social, María Malaxechevarría, apuntó al rigor de las fundaciones corporativas como elemento esencial para mejorar la confianza de la sociedad en estas instituciones.

Presentación del informe en Espacio Telefónica | Foto de Jorge Villa

REPUTACIÓN Y FUNDACIONES

Las puntuaciones otorgadas tanto por los expertos como por el público en general evidenciaron que las fundaciones corporativas tienen trabajo por hacer para subir sus notas.

Ante el desconocimiento que muchos encuestados manifestaron de estas fundaciones, la edición de este año se centró en la capacidad de estas instituciones para llegar a sus públicos a través de las actividades, la capacidad presupuestaria y el alcance geográfico.

Los directivos encuestados se decantaron en buena medida en tener pocos ejes estratégicos, pero bien definidos, y una sola actividad fundacional, ya que de esta forma resulta más fácil concentrar los esfuerzos. No obstante, apuntaron que la realidad les demanda estar presentes en más de una actividad fundacional. Por su parte, los expertos PAI también coincidieron en esta tesis para dar más prestigio y rigor a la fundación.

En este sentido, María Malaxechevarría, directora general de Fundación Endesa, destacó que para su fundación es importante tener una misión clara, que en su caso es contribuir a una transición energética justa y sostenible, mejorando la vida de las personas y de los entornos. "Tenemos cinco líneas de actuación, educación, empleo y emprendimiento, verde, biodiversidad, cultura y también llevamos el voluntariado corporativo de toda nuestra entidad fundadora", explicó.

Por su parte, la directora general de Fundación Telefónica, Isabel Salazar, apuntó a que existen muchos retos sociales a los que pueden atender las fundaciones, pero para alcanzar el mayor impacto es necesario también apostar por alianzas entre las propias fundaciones y por una colaboración con las administraciones públicas que amplifique lo que cada fundación pueda desarrollar en su ámbito de acción.

Otro de los grandes desafíos que el informe pone sobre la mesa es la necesidad de que las fundaciones rindan cuentas de forma pormenorizada para que la sociedad sepa a qué destinan su presupuesto y al mismo tiempo evalúen el impacto de sus acciones.

Para Fernando Riaño, director de Relaciones Institucionales y Sostenibilidad del Grupo Social ONCE, el reto es que las fundaciones den a conocer su papel y expliquen el impacto de su actividad. En este sentido, indicó que el sector puede sentirse orgulloso porque "tanto desde el punto de vista del impacto, en términos de Producto Interior Bruto, como en términos de empleo de calidad (...) es un sector resiliente que en momentos de crisis, donde el resto de sectores y ámbitos destruían empleo, el sector fundacional ha mantenido el empleo y ha crecido en empleo".

La medición de los resultados de las acciones es importante también para Fundación Endesa, cuya directora general explicó que "es fundamental maximizar el impacto" y ser eficientes para "generar valor para la sociedad. Y nuestras estimaciones es que este año, en el año 2025, acabaremos con cerca de 190.000 beneficiarios", detalló.

PRESUPUESTOS

En lo que respecta al presupuesto, los directores de las fundaciones descartaron que las cuentas estén vinculadas directamente con la reputación. Así, un 62% señaló que el presupuesto puede habilitar o dar capacidad, pero por sí mismo no garantiza una buena percepción de la labor de una entidad.

En este sentido, resultan más útiles las variables de la reputación (transparencia, buena gobernanza, su impacto y su medición) y la coherencia con el propósito de la fundación.

Para los directivos, la cercanía y el vínculo geográfico resulta más importante para la reputación de las fundaciones corporativas que la dotación presupuestaria. Un 61% afirmó que existe una relación directa entre la reputación y el lugar en el que actúan.

“Por un lado, si las fundaciones tienen una aspiración geográfica específica o su compañía tiene una implantación local, nacional o internacional, se espera que la actividad fundacional abarque esas mismas zonas. Por otro lado, una mayor extensión repercute en una mayor visibilidad hacia un mayor número de personas o públicos”, detalló el informe.

No obstante, el alcance geográfico, para resultar útil a la reputación, debe estar alineado con el objetivo estratégico y sus recursos.

Mesa redonda de análisis de las fundaciones corporativas | Foto de Jorge Villa

TRANSPARENCIA, PILAR FUNDAMENTAL

Los directivos dieron una nota de 7,53 sobre 10 al nivel de transparencia de las fundaciones corporativas, y puntualizaron que “no todos los representantes del sector lo hacen igual de bien”.

No obstante, a la hora de valorar a su propia fundación en el cumplimiento de este criterio la nota media fue del 8,88, por encima del 8,51 del año pasado.

“Los resultados de este año indican que los directores entrevistados entienden que el margen de mejora en sus propias instituciones es mínimo o incluso están por encima de lo esperado, pero ven a sus pares con capacidad para hacer más en transparencia”, destacó el informe.

Por su parte, los expertos del panel PAI fueron algo más exigentes en cuanto a la transparencia de las fundaciones y dejaron la nota en el 7,1, de manera que, desde fuera, “se percibe que todavía hay espacio para mejorar en el conjunto de las fundaciones corporativas españolas”.

A la hora de valorar la transparencia, el estudio estableció tres criterios: la transparencia financiera y fuentes de financiación, el diálogo con grupos de interés y la rendición pública de cuentas.

Para los directivos, la máxima transparencia está en la rendición de cuentas sobre su actividad, con una nota de 8,29 sobre 10, seguida por la transparencia financiera y de fuentes de financiación, con 8,09, y, en tercer lugar, la transparencia en su diálogo con grupos de interés 7,32.

Para comprobar la realidad en transparencia de las fundaciones corporativas, Villafañe realizó un estudio sobre la información pública disponible en las webs de 99 fundaciones corporativas con sede en España y sólo un 55% de ellas tenía sus cuentas financieras anuales disponibles de forma abierta, y solo un 40% las tenía actualizadas de forma correcta.

La transparencia, y en concreto la financiera, también resulta esencial en la relación de las fundaciones corporativas con la población general. Este pilar es el que más confianza genera, según el 47% de los encuestados. En segundo lugar, un 35,2% indica que lo que más confianza le genera es que las fundaciones desarrollen proyectos concretos con un impacto real y tangible.

“Este dato pone de relieve la importancia que tiene para la ciudadanía el control y la rendición de cuentas en el uso de los recursos, especialmente en organizaciones que, aunque vinculadas a empresas, tienen un carácter no lucrativo”, avisaron desde Villafañe.

IMPACTO DE LA FUNDACIÓN ONCE

Fundación ONCE fue considerada por directivos y expertos como la fundación corporativa que mejor mide y comunica los resultados sociales, puesto que compartió con la Fundación “la Caixa”, dentro de la categoría de Impacto.

La Fundación ONCE también destacó por su gobernanza y visibilidad, por su respaldo corporativo y comunicación sostenida, según los participantes de las consultas.

En la categoría de Transparencia, el consenso general se decantó por Fundación “la Caixa” y Fundación Mapfre “por su comunicación abierta, sus auditorías externas y la publicación de memorias detalladas”.

En lo que se refiere a la gobernanza, las entidades más citadas fueron Fundación “la Caixa”, Fundación Mapfre, Repsol y BBVA, “por su estructura profesional, la separación entre funciones corporativas y fundacionales, y la existencia de patronatos con perfiles diversos”.

La Fundación “la Caixa” fue reconocida por su visibilidad “por su presencia mediática, sus campañas institucionales y los espacios físicos (como los CaixaForum)”.

Por su parte, Fundación Telefónica se consolidó como referente en la variable de innovación, “por su enfoque digital, su uso pionero de la IA y sus programas de educación tecnológica”.