El joven murió a su regreso al cuartel de San Fernando tras disfrutar de unos días de vacaciones en Semana Santa. Según sus compañeros, era un chico "fuerte y resistente", indicaron las fuentes consultadas.

Diez horas después de haberse producido la muerte del soldado sus padres aún desconocían la versión oficial de lo sucedido, ya que las autoridades de la Armada no les habían comunicado las causas concretas del fallecimiento. No obstante, poteriormente les indicaron que posiblemente se trató de un paro cardiaco.

El soldado, natural de Cártama (Málaga), pertenecía al quinto batallón de fusileros del Tercio de la Armada con base en la localidad gaditana de San Fernando.