SOLE TURA ASEGURA QUE EL MINISTERIO DE CULTURA LUCHARA ESTE AÑO CONTRA EL BAJO INDICE DE LECTURA
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, aseguró anoche, en la inauguración del seminario "La Sociedad Lectora", que su departamento pretende en este año solventar en la medida de lo posible la actual situación de bajos índices de lectura en nuestro país.
"Entre las prioridades de nuestra política institucional, el fomento de la lectura figura en un lugar primeísimo, y una de las principales tareas que nos hemos asignado para este año es potenciar los hábitos lectores de la sociedad española", dijo el ministro.
España produjo en 1992 un total de 46.000 títulos y se colocó en quinta posición de esta industria en el mundo, pero la media de tirada de esos libros, que ronda los 5.000 ejemplares cada uno, y el bajo índice de lectura en nuestro país, recogido en una encuesta realizada el año pasado para la Dirección General del Libro, son mucho menos alentadores. Según los datos recogidos en ese estudio, sólo un 18 por ciento de los españoles mayores de 18 años leen diariamente, un 56 por ciento afirman haber leído algún libro en los últimos doce meses y sólo el 37 por ciento compraron algún libro en ese período.
Solé Tura achacó esta falta de interés por la lectura, entre otras causas, a algunos métodos pedagógicos, los sistemas de adecuación a la lectura empleados en el hogar y en la escuela, el mal sistema bibliotecario, la calidad y diversidad en el pecio de los libros y la falta de atención prestada en los medios de comunicación.
El ministro señaló que "el libro tiene la competencia desleal de otros vehículos de comunicación, sobre todo los audiovisuales, que fomentan la pasividad del receptor y destruyen el complemento del desarrollo de la propia capacidad de imaginar, que es uno de los elementos fundamentales de la literatura".
AMENAZA CONSUMISTA
También se refirió a la amenaza de que el libro se vea reducido progresivamente a tener que obrevivir entre los límites del entretenimiento consumista y de la información útil para los procesos productivos, y señaló como única garantía ante esa posibilidad que se sigan escribiendo libros de calidad.
En consecuencia, aseguró que "existen razones históricas para apostar por el libro, que fue el gran instrumento de la ilustración y constituye un elemento insustituíble en la transmisión de nuestra identidad cultural, política y técnica".
Explicó que el objetivo de las actividades que el minsterio va a desarrollar este año es enseñar a los jóvenes a manejar los libros y a utilizar la red de bibliotecas, al tiempo que potenciarán las distintas ramas de la industria editorial.
Entre las posibles vías de esperanza, destacó que la riqueza de lenguas que contiene nuestro país provocará un crecimiento de la producción de libros paralela a los esfuerzos de intercomunicación textual, así como la creciente interrelación cultural entre las diferentes culturas del mundo, que deberá redundar en un aogeo de traducciones en ambos sentidos.
(SERVIMEDIA)
03 Feb 1993
J