Los cultivos cítricos de las provincias de Córdoba, Sevilla y Huelva han sido las más afectados por las fuertes lluvias y vientos registrados, que arrancaron la fruta de los árboles.

Por el momento, los cítricos cordobeses, alrededor de 2.000 hectáreas situadas en el término de Palma del Río, son los más dañados y la cosecha se da por perdida.

Sevilla, con más de 13.000 hectáreas de naranjales y limoneros, es la provincia que concenra una mayor producción. Los productores de cítricos de esta provincia estudian ahora las medidas a tomar por las pérdidas económicas registradas.

La mayor parte de las plantaciones de cítricos de Huelva se ubican en la comarca de la costa occidental, que es la zona que ha registrado el mayor volumen de precipitaciones desde el pasado mes de noviembre. Los cítricos son la segunda fuente más importante de ingresos económicos del sector agrícola.

Los productores de cítricos de Andalucía, que se encentran en plena recolección, podrían reunirse próximamente para estudiar acciones conjuntas en demanda de ayudas a la Administración.