Turismo

Tiermas, el pueblo abandonado de Aragón que cada octubre emerge del agua con un balneario natural

MADRID/Zaragoza
SERVIMEDIA Aragón Press

Durante décadas ha permanecido oculto bajo un embalse, pero cuando el nivel del agua baja, los restos de Tiermas vuelven a aparecer y dejan ver un lugar que parece detenido en el tiempo. Los visitantes que se acercan hasta esta zona del Pirineo aragonés pueden recorrer las antiguas calles, bañarse en un manantial termal y contemplar los vestigios de un pueblo que desapareció hace más de sesenta años.

Tiermas, un municipio de la comarca de la Jacetania (Zaragoza), fue desalojado en los años sesenta tras la construcción del embalse de Yesa. Desde entonces, sus casas y el antiguo balneario natural quedaron bajo las aguas, aunque cada otoño, cuando el pantano desciende, el pueblo vuelve a emerger y con él las pozas termales que lo hicieron famoso.

El antiguo balneario de Tiermas funcionó durante buena parte del siglo XX y fue muy conocido por sus aguas sulfurosas, con propiedades terapéuticas. A principios de los años sesenta, la construcción del pantano obligó a su cierre y al abandono total del pueblo. Hoy, esas aguas termales siguen brotando y forman pequeñas piscinas naturales a unos 40 grados, que atraen a visitantes en busca de una experiencia diferente.

No hay spa ni instalaciones modernas: solo ruinas, piedra y manantiales humeantes que crean un entorno único. Los baños son gratuitos y, aunque el acceso no está señalizado, muchos viajeros aprovechan los meses de otoño e invierno para acercarse y disfrutar de un baño caliente rodeado de historia.

CUÁNDO VISITAR TIERMAS

El mejor momento para visitar Tiermas es entre octubre y diciembre, cuando el nivel del embalse de Yesa baja lo suficiente como para dejar al descubierto el antiguo núcleo. El acceso se realiza a pie desde la carretera, con un corto recorrido por caminos de tierra. Es recomendable llevar calzado cómodo y evitar los días de lluvia, ya que el terreno puede volverse resbaladizo.

Quienes llegan hasta allí pueden recorrer los restos del pueblo, ver la iglesia semiderruida y, sobre todo, disfrutar del balneario natural que resurge durante unas semanas al año. Una oportunidad para descubrir un rincón diferente de Aragón que combina naturaleza, historia y curiosidad.

(SERVIMEDIA)
11 Oct 2025
MMR