Crisis climática

La Tierra se calentará entre 2,3 y 2,5 grados con los nuevos planes climáticos de los países, según la ONU

- Frente a la horquilla de 2,6 a 2,8 grados proyectados hace un año

- La falta de ambición y acción supone superar el umbral de 1,5 grados respecto a la era preindustrial

- El mundo sigue en “una grave escalada” de riesgos y daños climáticos

MADRID
SERVIMEDIA

Los nuevos compromisos climáticos de los países (NDC, por sus siglas en inglés) encaminan al mundo hacia un calentamiento global de entre 2,3 y 2,5 grados por encima de los niveles preindustriales durante este siglo, lejos de lo necesario para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de que el planeta no se caliente más de entre 1,5 y 2 grados.

Así se recoge en la 16ª edición anual del ‘Informe sobre la brecha de emisiones’, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y dado a conocer este martes, antes de que el próximo 10 de noviembre comience la 30ª Cumbre del Clima -conocida como COP30- en Belén (Brasil).

Este documento muestra la diferencia entre cuáles serían las emisiones globales de gases que calientan el planeta gracias a los planes climáticos nacionales y dónde deberían estar para limitar el calentamiento a entre 1,5 y 2 grados respecto a la era preindustrial.

Esa evaluación del Pnuma indica que las nuevas promesas registradas por los países en la Secretaría de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) reducen “ligeramente” las “peligrosas” proyecciones del calentamiento global, lo que sitúa al mundo en “una grave escalada de riesgos y daños climáticos”.

Menos de un tercio de las 195 partes del Acuerdo de París (194 países y la UE) presentaron nuevos planes climáticos antes del pasado 30 de septiembre. Su plena puesta en marcha situaría al planeta en un calentamiento entre 2,3 y 2,5 grados más en comparación con los niveles preindustriales, en comparación con la horquilla de 2,6 a 2,8 grados del informe del año pasado.

Además, la continuación de las políticas actuales conduciría a un calentamiento global de hasta 2,8 grados, en comparación con los 3,1 grados del año pasado.

“LEJOS”

Las actualizaciones metodológicas explican una mejora de 0,1 grados y la próxima retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París anulará otros 0,1 grados, lo que significa que las nuevas NDC apenas han tenido un impacto significativo en la crisis climática.

“Las naciones siguen estando lejos de alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a muy por debajo de los 2 °C, mientras se esfuerzan por mantenerse por debajo de los 1,5 °C”, resume el Pnuma.

El informe concluye que el promedio multidecenal del aumento de la temperatura global rebasará los 1,5 grados, al menos temporalmente. Será difícil revertir esta situación, lo que requerirá reducciones adicionales más rápidas y significativas de las emisiones de gases de efecto invernadero para minimizar la superación de ese umbral, reducir los daños a las vidas y las economías, y evitar una dependencia excesiva de métodos inciertos de captura de CO2.

“Las naciones han tenido tres oportunidades para cumplir las promesas hechas en el marco del Acuerdo de París y en cada ocasión no lo han logrado”, subrayó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma, quien añadió: “Si bien los planes climáticos nacionales han logrado algunos avances, están lejos de ser lo suficientemente rápidos, por lo que aún necesitamos reducciones de emisiones sin precedentes en un plazo cada vez más ajustado, con un contexto geopolítico cada vez más complejo”.

Andersen indicó que “aún es posible, aunque por poco”. “Ya existen soluciones probadas. Desde el rápido crecimiento de las energías renovables baratas hasta la lucha contra las emisiones de metano, sabemos qué se debe hacer. Ahora es el momento de que los países se comprometan plenamente e inviertan en su futuro con una acción climática ambiciosa: una acción que genere un crecimiento económico más rápido, una mejor salud humana, más empleos, seguridad energética y resiliencia”.

FUERA DE PLAZO

El informe constata que, antes del pasado 30 de septiembre, solo 60 países del Acuerdo de París, que representan el 63% de las emisiones de gases de efecto invernadero, habían presentado o anunciado nuevos planes climáticos nacionales con objetivos de mitigación para 2035.

Cumplir el Acuerdo de París exige “reducciones rápidas y sin precedentes” de las emisiones de gases de efecto invernadero por encima de los compromisos establecidos, una tarea que se dificulta debido a que las emisiones aumentan un 2,3% interanual hasta alcanzar las 57,7 gigatoneladas de CO2 equivalente en 2024. Las emisiones en 2030 tendrían que reducirse un 25% con respecto a los niveles de 2019 para mantener el planeta en una senda de calentamiento de 2 ºC y un 40% para las trayectorias de 1,5 °C. Solo quedan cinco años para lograr este objetivo.

La plena implementación de los planes climáticos reduciría las emisiones globales previstas para 2035 en un 15% en comparación con los niveles de 2019, si bien la retirada de Estados Unidos modificará estas cifras.

Estas reducciones están muy por debajo del 35% y el 55 % necesarios en 2035 para alinearse con las trayectorias de 2 °C y 1,5 °C, respectivamente.

GRAN RETO

La magnitud de las reducciones necesarias y el poco tiempo que queda para lograrlas implican que el promedio multidecenal de la temperatura global superará los 1,5 °C, muy probablemente en la próxima década, según el Pnuma.

Esta agencia de la ONU subraya que el gran reto es realizar esfuerzos para que ese sobrecalentamiento sea temporal y mínimo con reducciones rápidas de emisiones que permitan volver al objetivo de 1,5 grados en 2100.

Cada fracción de grado evitada reduce la escalada de los daños, las pérdidas y los impactos en la salud que perjudican a todas las naciones -y que afectan con mayor dureza a las más pobres y vulnerables-, y reduce los riesgos de puntos de inflexión climáticos y otros impactos irreversibles.

Minimizar el sobrecalentamiento también reduciría la dependencia de métodos de captura de CO2 “inciertos, arriesgados y costosos”, según el Pnuma, puesto que requerirían capturar y almacenar permanentemente el equivalente a cinco años de las emisiones anuales globales actuales de CO2 para revertir cada 0,1 °C de sobrecalentamiento.

El informe analiza un escenario de "medidas de mitigación rápidas a partir de 2025", diseñado para limitar el sobrecalentamiento a 0,3 °C, con un 66% de probabilidad de éxito, y volver a 1,5 °C para 2100. Con ello, las emisiones de 2030 tendrían que reducirse un 26% y las de 2035 un 46% en comparación con los niveles de 2019.

(SERVIMEDIA)
04 Nov 2025
MGR/clc