Emprendimiento

Timpers: las zapatillas que “pisan fuerte” y “con actitud” en el camino hacia la “normalización” de la discapacidad

MADRID
SERVIMEDIA

Eliminar “todas las barreras y estereotipos” a los que se enfrentan las personas con discapacidad es compatible con ser una empresa “rentable y exitosa”. Así lo demuestra día a día la ‘startup’ de diseño de zapatillas Timpers, que da empleo a ocho trabajadores con discapacidad y que, desde que nació en 2017, se ha posicionado en un mercado competitivo en el que “pisa fuerte” y “con actitud” en su camino hacia la “normalización” de estas personas.

Sus fundadores son los jóvenes emprendedores alicantinos Diego Soliveres, que tiene una discapacidad visual y es el director de Comunicación y Recursos Humanos de la empresa; Aitor Carratalá, con fibrosis quística y que es su director de Marketing; y Roberto Mohedano, trasplantado de riñón y que es CEO y director de Producción y Finanzas. Tres amigos que, “con mucha ilusión, ganas y energía”, han confirmado que la discapacidad “te hace ponerte en los zapatos del otro”, según explicó Soliveres en declaraciones a Servimedia.

En este tiempo, han logrado “hitos muy importantes”, como entrar en la aceleradora de empresas de Juan Roig o que su fondo inversor, Angels Capital, decidiese “apostar” por la ‘startup’ y hacerse con una “pequeñísima parte” de su accionariado, lo cual consideran “una señal” de que lo están haciendo bien, conscientes de que también “da credibilidad y confianza” al resto de posibles inversores.

Entre las “grandes cosas” que han obtenido en apenas seis años, Soliveres también destacó el hecho de patrocinar a la fundación del Levante, la escuela de deporte adaptado “más grande de España”, recibir el Premio 'Por Talento al Emprendedor con Discapacidad' otorgado por la revista 'Emprendedores' con el apoyo de Fundación ONCE y, sobre todo, “ver que, de verdad, Timpers está ayudando a mejorar la vida de las personas con discapacidad”.

El emprendedor recordó que la empresa “empezó a andar” cuando, en el seno del equipo de fútbol para ciegos de Alicante, en el que él militaba como jugador, Aitor era entrenador y Roberto, guía, un día sus otros dos socios, que ya habían creado una marca de zapatillas “normales”, llevaron un par a un entrenamiento para mostrárselas a sus jugadores.

CAMBIO DE PERSPECTIVA

Fue en ese momento cuando, según Soliveres, “les cambió la perspectiva” al observar cómo “los ciegos veían esa zapatilla” a través del tacto y se les ocurrió diseñar “un modelo único en el que la vista no fuera lo más importante”. “Nos pidieron ayuda a los jugadores del equipo y yo fui uno de los que más se implicó y les ayudó a hacer un prototipo”, rememoró, al tiempo que subrayó que la idea ganó un concurso de emprendimiento social impulsado por la Universidad de Alicante y tuvo tanto éxito que, en 2018, él mismo se incorporó a la empresa y los tres decidieron reorientar la línea de negocio y empezar a diseñar zapatillas “para todo el mundo, pero con carácter accesible e inclusivo para ciertos colectivos de personas con discapacidad”.

“Surgió antes el propósito que el primer modelo de zapatillas”, sentenció el alicantino, al tiempo que admitió que, en su periplo, no se han encontrado con “dificultades” distintas a las que afronta un emprendedor sin discapacidad. Tuvieron que “echar muchas horas, buscar dinero de donde no lo había y ayudas, subvenciones y concursos” y todo ello, mientras llevaban “las suelas al bordado, al aparado y al cosido” y daban “nuevos pasos” hacia la consecución de su sueño.

Al principio, el proceso de fabricación era “muy divertido” y, a través del tacto, él se encargaba de transmitir qué le “sugería” cada material utilizado en el diseño de unas zapatillas que se caracterizan por tener la marca bordada en sistema braille y emplear diferentes texturas y contrastes de colores “muy potentes” para que personas con un resto visual “pequeñito” también las vean “tanto atractivas como accesibles”.

No obstante, dicho diseño ha ido “evolucionando” conforme sus impulsores se percataron de que el carácter social del proyecto “está genial, pero hay que vender zapatillas para mantenerse vivos y seguir cumpliendo el propósito”. Por eso, ahora en él “prima” también la “comodidad, durabilidad y sostenibilidad” del calzado, pese a que Timpers “nunca” va a “renunciar” a su “identidad de marca”, según Soliveres.

ZAPATILLAS 'TOP'

Tras aseverar que se trata de unas zapatillas “top” fabricadas con materiales “sostenibles y reciclados” con las que la compañía intenta “hacerse un hueco” en el mercado, reconoció que, dada su naturaleza social, la empresa tiene “más necesidad y obligación” de ofrecer un producto “muy bueno”.

“La gente sabe que es un proyecto social, que es una empresa formada con gente con discapacidad y puede que te compre una vez para apoyarte y dormir bien esa noche, pero, luego, a lo mejor ya ni te vuelve a recomendar ni te vuelve a comprar”, espetó, convencido de que la “clave” es que sus artículos sean adquiridos “no por caridad, sino por calidad”, dado que “pueden competir con cualquier marca de calzado”.

A ello se une el “valor añadido y tangible” de Timpers, que también se distingue por ofrecer “igualdad de oportunidades laborales a la gente con discapacidad”, al tratarse de un centro especial de empleo que “pelea activamente por la normalización de la discapacidad” al tiempo que ayuda a que estas personas y sus familias “recuperen la autoestima y la confianza”, que, según Diego, “muchas veces pierdes por no verte en esta igualdad de oportunidades”.

En este sentido, puntualizó que los inicios de la empresa fueron “muy duros”, si bien el esfuerzo y dedicación de los tres socios se vieron recompensados con la obtención de una subvención por parte de Fundación ONCE a través del Fondo Social Europeo para apoyar el emprendimiento con discapacidad. Eso les permitió llevar a cabo “una producción de zapatillas medianamente grande” e iniciar una colaboración en el marco de la cual la empresa también diseñó otro modelo de zapatillas cuyos beneficios contribuyeron en parte a “apoyar” los proyectos de emprendimiento de otras personas con discapacidad.

TRATAR LA DISCAPACIDAD CON NORMALIDAD

Su afán por “tratar la discapacidad con normalidad” valiéndose de una estrategia de comunicación “joven”, que aborda esta realidad con un tono “incluso canalla y divertido”, ha favorecido que el proyecto haya tenido una “acogida brutal” y haya “generado confianza”, hasta el punto de que Timpers fue también la marca elegida para vestir a la delegación española en las ceremonias inaugural y de clausura de los Juegos Paralímpicos de Tokio, con la esperanza de que el Comité vuelva a contar con ella en París 2024.

“Hemos tenido una aceptación enorme, bárbara. La gente, en cuanto oye hablar de nosotros y conoce el proyecto, se abre, le gusta, lo apoya, porque cree que lo que estamos haciendo es algo muy bonito y muy necesario”, apostilló, al tiempo que afirmó que él y sus compañeros se sienten “muy queridos y muy agradecidos” por todo lo conseguido y por las “experiencias de vida brutales” que han acumulado en este tiempo.

A su juicio, desde sus comienzos, Timpers ha “demostrado que esto va de personas y de capacidades” y ha “enseñado” que “realmente importan mucho más nuestras capacidades que nuestras discapacidades” y que la discapacidad “suma en todos los ámbitos de trabajo”. “Te hace ponerte en los zapatos del otro, fomenta el trabajo en equipo y el que se valore de lo que son capaces realmente las personas y no juzgarles por lo que no pueden hacer”, abundó, para indicar que, gracias a su iniciativa, él también ha aprendido que “no hay recompensa sin esfuerzo y sin constancia”.

Con eso claro, Diego y sus socios miran al futuro con el “propósito” de contratar a “muchos empleados”, siguiendo el “ejemplo” del Grupo Social ONCE, con el que colaboran “activamente”, y con el reto de “internacionalizar” el proyecto y “ver” convertida en realidad la primera tienda física de Timpers para “cerrar el círculo” y que sus zapatillas “se puedan ver y tocar”.

En tanto siguen superando sus metas, Soliveres animó a las personas con discapacidad y una inquietud emprendedora a “pelear siempre por sus sueños, no ponerse límites ni frenos y poner todo su esfuerzo en derribar los miedos o estereotipos que puedan encontrar”. “La vida es cuestión de actitud y hay que ir a tope y con ambición a por lo que uno cree”, resolvió.

(SERVIMEDIA)
07 Jul 2023
MJR/clc