La junta tuvo que ser aplazada hasta mañana, ante el encierro mantenido por miembros del comité de empresa del BCC en la sede central del banco, en la madrileña calle Serrano, lugar escogido para celebrar la junta.

El comité permaneció encerrado desde las dos de la tarde de ayer martes hasta las tres de la tarde de hoy, cuando efectivos de la policía nacional consiguieron forzar la puerta de la planta blindada en la que se habían alojado.

Laoperación policial para entrar en la planta blindada se prolongó durante casi dos horas, en el transcurso de las cuales un centenar de delegados de banca y trabajadores del BCC concentrados en el lugar corearon diversos eslóganes exigiendo la recolocación de los 246 empleados de la entidad.

Momentos antes de terminar el encierro, el administrador del BCC, Mateo Ruiz Oriol, comunicó al comité la decisión de proceder al cierre patronal hasta el próximo día 20, "debido a los graves incidentes que se está produciendo y especialmente en el día de hoy".

El cierre se basa en el artículo 12 del decreto ley de Relaciones de Trabajo, que faculta a la dirección de las empresas a adoptar esta medida ante la "existencia de notorio peligro de violencia" o la "ocupación ilegal del centro de trabajo".

El encierro de los trabajadores se produjo después de que los gestores de la entidad les entregaran ayer una carta personal en la que se les comunicaba que no tenían que reincorporarse a sus puestos a partir dehoy.

Ruiz Oriol reconoció que el encierro impidió que hubiese el "quorum" del 25 por ciento de accionistas requerido legalmente para la celebración de la junta. Esta debe acordar la liquidación de la entidad como paso previo a la posterior junta de acreedores, una vez que los interventores judiciales entregen su informe, antes del 22 de enero, al magistrado encargado del caso.