En total, el Gobierno de España invertirá 80 millones de euros en esta remodelación, mientras que las actuaciones de RENFE supondrán 37 millones de euros y las de ADIF, 43.

La primera fase de obras será la habilitación de un nuevo edificio de la estación de Móstoles-El Soto para crear una estación más amable, segura, sin barreras arquitectónicas y con andenes más anchos. Paralelamente se adaptarán las vías a trenes más modernos y de mayor longitud, se mejorarán los accesos a la estación y se habilitarán nuevos aparcamientos y una nueva base para el mantenimiento de trenes.

El nuevo edificio de uso de los viajeros tendrá un vestíbulo principal ubicado hacia la ciudad y una conexión hacia la Universidad Rey Juan Carlos. También se llevará a cabo la ampliación del ancho de los andenes a cinco metros de anchura con cerramientos y marquesinas. Una de las principales actuaciones serán las mejoras en accesibilidad. Se eliminarán las escaleras y se instalarán dos nuevos ascensores y cuatro escaleras mecánicas, lo que facilitará la movilidad de los usuarios y el acceso a los trenes.

Además, se reordenarán los aparcamientos para mejorar el acceso a la estación y se instalará una nueva base de mantenimiento de trenes. Para ello, se desmantelará el taller actual, que está obsoleto, y se construirá un nuevo taller apto para trenes de 200 metros.

La estación de Móstoles-El Soto es una de las casi 30 de la red de Cercanías de Madrid que carecen aún de condiciones de accesibilidad, según viene denunciando el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi).

Esto contraviene los mandatos legales, de modo que el sector de la discapacidad había planteado numerosas quejas contra dicha infraestructura, por la permanencia de barreras que discriminan y excluyen a las personas con discapacidad.

Las obras empezarán a licitarse en 2023 y se prevé que estén finalizadas en el último trimestre de 2027.