Uno de los perros murió como consecuencia de los disparos, dos resultaron con heidas irreversibles -uno era una perra preñada-, y un número indeterminado de ellos sufrieron diversos impactos de perdigón.

El incidente se produjo cuando el cuidador habitual de los canes salía del refugio para darles el paseo diario. Al llegar a los límites de la finca conocida como San Miguel de las Viñas, tres hombres desconocidos comenzaron a disparar contra el grupo.

Uno de los animales, que tras el tiroteo pretendía escapar arrastrándose, fue rematado por uno de los tres agresores.

Lo hechos fueron denunciados en la comisaría de Policía y comunicados al gobernador civil, Carlos Vacas, que ordenó abrir una investigación del caso. En el lugar del incidente se recogieron cartuchos de escopeta, alguno de ellos cargados con postas, sustancia con efectos mortales inmediatos.

La Sociedad Protectora de Animales calificó a los autores del hecho de "cobardes y asesinos teniendo en cuenta que no ha habido incidente previo alguno". Esta sociedad va a encargar la actuación paticular de un abogdo, al margen de la intervención del fiscal.

Desde su fundación en 1992, la sociedad ha recogido a más de 80 perros y una treintena de gatos de los alrededores de Avila. Actualmente no recibe ningún tipo de ayuda oficial y se mantiene con las 300 pesetas de cuota que pagan sus socios.