El sindicato cree que esta decisión pone en riesgo 2.500 puestos de trabajo y convierte al aeropuerto de Barcelona en secundario, con el consiguiente perjuicio para los ciudadanos catalanes.

Por otro lado, el sindicato denuncia también el trato desigual por parte de la Generalitat de Cataluña y las Cámaras de Comercio a las distintas compañías que operan en los aeropuertos catalanes.

UGT afirmó que "aunque sea muy positivo el fomento de nuevas rutas, en ningún caso es aceptable el 'dumping' que se está produciendo en rutas paralelas a las programadas por Iberia por compañías como EasyJet, Vueling, German Wings y Ryanair con financiación de organismos públicos y privados".

El "dumping" es una práctica consistente en ofrecer vuelos con costes inferiores al del mercado con el objetivo de captar pasajeros de otra compañía.

Asimismo, ante la posibilidad de que Iberia cree una compañía de bajo coste, UGT recuerda que existe el compromiso por escrito de que los actuales trabajadores se encarguen de las tareas de "handling" (asistencia en tierra) y de mantenimiento en la nueva empresa durante los tres primeros años.