El ataque al autobús, el octavo de los últimos años, se produjo en el barrio de la Milagrosa. Unos diez jóvenes encapuchados abordaron el coche y comenzaron a romper los cristales antes de que los viajeros (seis personas) hubieran podido bajar a la calzada.

Seguidamente, los agresores esparcieron líquido inflamable en el vehículo, lanzaron un cóctel molotov que provocó un rápido incendio y huyeron a continuación. El coche, conducido por una mujer,sufrió importantes desperfectos en su parte delantera y en el interior.

Como en ocasiones anteriores, los trabajadores de la Cotup han mostrado su impotencia e indignación por este nuevo ataque. Uno de los portavoces de la compañía señalaba hoy que sus miembros se encuentran muy nerviosos por estos hechos, que se han incrementado desde el pasado verano.