Dana

Una víctima de la dana exige “dar dignidad a las 229 personas fallecidas” en la Comunidad Valenciana

MADRID
SERVIMEDIA

Toñi García, familiar de dos fallecidos por la dana, reclamó este jueves a los partidos políticos que “si conservan un mínimo de decencia y responsabilidad política hagan cuanto esté en sus manos para castigar al que ha omitido su deber provocando tanta desgracia” y para “descubrir la verdad, hacer justicia, para una reconstrucción y dar dignidad a las 229 personas fallecidas” en la Comunidad Valenciana y a sus familias.

“Solo así podremos velar a nuestros seres queridos y en paz”, indicó García durante su comparecencia en la comisión de investigación en el Congreso sobre la dana, después de que su marido Miguel Carpio Espí y su hija Sara Carpio García, fallecidos en la “nefasta gestión” de la dana del pasado 29 de octubre de 2024, una fecha “difícil de olvidar”.

La “mala gestión” y la “inacción del Gobierno Valenciano” hizo que ese día murieran en la Comunidad Valenciana 229 personas. “A día de hoy seguimos sin saber la verdad, y desde entonces hasta ahora los familiares de las víctimas hemos sido insultados y maltratados, con intentos de dividirnos y silenciar o tergiversar la verdad de lo ocurrido”, arguyó.

Además, denunció que un año después de la muerte de su marido los compañeros de trabajo de este intentaron organizar un minuto de silencio en homenaje a él y el resto de víctimas, la Conselleria de Industria, Comercio y Turismo “denegó cualquier permiso”. “Es más, les pusieron trabas”, denunció.

“Nuestra sed de verdad, justicia, reparación y memoria, ha sido más fuerte que cualquier obstrucción que, sin duda, ha puesto en nuestro camino el Gobierno Valenciano”, garantizó, y comentó que desde ese día tenía dos opciones “morir” junto a su marido y su hija o “luchar por su dignidad” y escogió la segunda.

APLAUSOS

Aprovechó para destacar que la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, fue “la primera que contactó con cada uno de nosotros sin medios de comunicación para saber cómo estábamos y qué necesitábamos” y el día que la conoció le dio “una explicación de lo que hizo y no hizo y dónde estuvo ese día”. “Sus puertas las hemos tenido abiertas”, dijo.

Por el contrario, el Gobierno Valenciano “no ha tenido la decencia ni de contarnos la verdad ni pedirnos perdón desde el primer día, que era lo suyo”. “Hasta hoy la dimisión entre comillas de Carlos Mazón es indignante, es un insulto para la ciudadanía, es totalmente incrédulo que una persona pueda llegar a ese estado de miseria y ser tan inhumano”, declaró.

Por ello, pidió a PP y Vox que “si de verdad han sentido sus palabras y quieren ayudarnos a todos nosotros, me encantaría que desde aquí todos aplaudieran, que me fuera con el calor y el apoyo de todos, no ya por mí, sino por los familiares de las 229 persona”, ya que no han aplaudido a ningún compareciente en estos tres días.

“Si de verdad lo sienten, si de verdad están con nosotros por la verdad, por esa justicia, por esa reparación, les pido que una vez me vaya de aquí, aplaudan todos ustedes, solo así entenderé que mi presencia aquí, mi dolor, haya valido la pena”, manifestó, y los diputados de PP y el de Vox le aplaudieron.

“GESTIÓN IRRESPONSABLE”

“Cada habitante guarda una historia terrible de aquella noche y los días que le siguieron, convirtiéndolo en un episodio dantesco, un infierno real de destrucción, de muerte y finalmente de oscuridad, al que se sumó un silencio institucional como si del tercer mundo se tratara y todo ello por una alerta que llegó tarde y mal redactada”, denunció.

Según Toñi García, las 229 personas fallecidas en la Comunidad Valenciana “no murieron por un fenómeno climático, puesto que en la comarca del Horta Sud no llovía, murieron por una gestión irresponsable y negligente que la convirtió en una tragedia humana sin precedentes en nuestro país”.

Por tanto, reclamó que esta comisión de investigación sea ante todo “un acto de amor, una promesa de memoria y una manera de decirles donde quiera que estén que siguen caminando con nosotros en cada paso, en cada pensamiento, en cada gesto” y deseó que un episodio como el de la dana “no vuelva a repetirse”.

Concretamente, hizo un llamamiento para que esta comisión se dedique “en cuerpo y alma” para que “un episodio tan dantesco como la dana” del 29 de octubre de 2024 “no vuelva a repetirse, aunando esfuerzos, combinando voluntades, ideas o elementos y poniendo todo el empeño para lograr un mismo objetivo”.

EXPERIENCIA

El objetivo, según Toñi García, debe ser conseguir “verdad, justicia, reparación y memoria por todos nuestros seres queridos que hoy ya no están a nuestro lado y que merecen toda la dignidad que no se les dio el pasado 29 de octubre 2024 y puedan descansar en paz”. “Ellos y todos los que sufrimos la peor experiencia de nuestras vidas”, matizó.

El 29 de octubre del 2024, lamentó, pasó de “tenerlo todo” en su vida, “lo que más quería y lo que le daba sentido a perderlo íntegramente en un santiamén” y quedarse “sola”, porque así es como se siente. “Sin el cimiento y el pilar de mi marido y mi hija esté destruida, rota y desgarrada en lo más profundo de mi existencia”, explicó.

Ambos murieron cuando intentaban sacar los coches del garaje, “sin que ninguna institución ni organismo alertara del tsunami que se les venía encima”. Explicó que sobre las 19.26 horas su marido y su hija bajaron al garaje para intentar sacar los coches y subirlos a la calle pensando que “estarían mejor” al ver una “lengua de agua marrón” que entraba hacia su zona.

El día 31 de octubre encontraron los cuerpos, “juntos y fuera del coche”. “La peor de las noticias llegó, ahí quedé herida de muerte, había perdido lo que más quería en mi vida, lo que le daba sentido”, señaló llorando Toñi García, quien aseguró que daría toda su vida “por haber sido ella la que hubiera bajado a ese garaje y no ella”.

“Había perdido a los dos seres más maravillosos que he conocido en mi vida”, destacó, asegurando que “cada día” los echa “más de menos”. Sobre su marido, Toñi García ensalzó que era una “gran persona” y recordó que trabajaba como técnico en la Conselleria de Justicia e Interior, “la que gestionaba hoy la imputada Salomé Pradas”.

Sobre Sara, explicó que era una hija “ejemplar, bondadosa y respetuosa como su padre”. Era enfermera en la unidad de cuidados intensivos, tenía 24 años recién cumplidos y era una persona “muy especial, buena de corazón, sencilla en el alma, una luz discreta, pero inolvidable”. “La llevo en mi corazón con todo el amor del mundo”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
06 Nov 2025
BMG/gja