Discapacidad
La Unión Mundial de Ciegos quiere tener "más jóvenes y mujeres” en la toma de decisiones
- Según la nueva vicepresidenta primera, la española Cristina Chamorro

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La directora ejecutiva de Recursos Generales y Sostenibilidad de la ONCE, Cristina Chamorro, es la nueva vicepresidenta primera de la Unión Mundial de Ciegos (UMC), desde donde trabajará para reforzar la participación de las organizaciones de personas ciegas y con baja visión en la toma de decisiones y, dentro de estas, para impulsar “el liderazgo de jóvenes y mujeres”.
En una entrevista con Servimedia, Chamorro analizó su nuevo nombramiento y confesó sentirse “muy ilusionada” con “este nuevo reto”. “Es todo un orgullo y una responsabilidad”, resaltó.
Elegida durante la XI Asamblea General de la UMC, celebrada en la Cumbre Mundial de la Ceguera en São Paulo a principios de septiembre, Chamorro compartirá mesa directiva con el indio Kumar Rungta (presidente), la ghanesa Yaw Ofori-Debra (vicepresidenta segunda); el brasileño Moisés Bauer Luiz, que ejercerá de secretario general, y el guatemalteco Alejandro Antonio Paz Ambrosio, que será el tesorero.
Juntos tienen que definir “un programa común”, explicó, pero están "de acuerdo en que las organizaciones y las asociaciones regionales tengan más voz” dentro de la UMC. Por eso, su primera medida consistirá en “la elaboración y distribución de unos cuestionarios para que las entidades se expresen”.
“Queremos que nos cuenten ellas mismas qué necesitan, cuáles son sus prioridades y qué les resulta más útil y aporta más valor”, profundizó Chamorro. A su juicio, “se trata de construir el programa de abajo arriba y no de arriba abajo”. “No vamos con soluciones a priori”, añadió. “Queremos que ellas nos cuenten primero para después elaborar nosotros nuestra estrategia de incidencia política”, declaró.
Por este motivo, Chamorro consideró urgente “reforzar la gobernanza de la UMC” y alegó que “hay que fortalecer la estructura para asegurar un funcionamiento ágil y efectivo”. A su juicio, “primero tenemos que estar bien organizados y cohesionados nosotros para después poder salir al mundo y contar nuestras demandas”.
FINANCIACIÓN
En este punto, Chamorro consideró “muy importante” mejorar el sistema de financiación de la UMC, con aportaciones más estables y elevadas. A continuación, se refirió a la elaboración de una estrategia de incidencia pública, en línea con el propósito de la UMC de actuar como grupo de presión.
“Una vez establecidas nuestras prioridades, nos tendremos que poner en contacto con los principales 'stakeholders'”, dijo. “Algunos están muy claros y definidos”, apuntó, y otros “tendremos que identificarlos y dar con ellos”.
Chamorro puso el ejemplo de las empresas y distintos actores que ahora mismo lideran el sector de la Inteligencia Artificial (IA) y las nuevas tecnologías. “Es un mundo nuevo en el que debemos incidir porque, de lo contrario, las personas ciegas se quedarán fuera”, declaró.
Todo ello pasa, según dijo, por “reforzar la participación de las organizaciones de personas ciegas y con baja visión en la UMC”, aspecto al que ya aludió en su primer discurso ante la asamblea.
En este sentido, Chamorro apostó por “fomentar el liderazgo juvenil y femenino”. “Queremos que entren nuevas ideas y visiones” para así “aprovechar el ímpetu y las ganas de la gente joven junto con la experiencia de los que ya llevamos más años”.
Chamorro reconoció que la situación de las personas ciegas en el mundo es muy variable y que resulta “difícil de calificar de forma global”. “Una cosa es el norte y otra el sur global”, dijo al abogar por que los países de este llamado ‘sur’ tengan más peso dentro de la UMC.
De hecho, se mostró satisfecha porque, salvo ella, el resto del equipo directivo son personas de países del sur. “Hay estados y regiones donde la situación de las personas ciegas ha ido a mejor y otros donde no”, recalcó. “Si me preguntas por Afganistán, por Ucrania, por Gaza... Lógicamente están peor”, lamentó.
ACCESIBILIDAD
Con todo, Chamorro resaltó la accesibilidad como “el problema que, en general, mayor impacto” tiene en la vida de las personas con cualquier discapacidad. “El empleo también, por supuesto, pero es que si no hay un entorno mínimamente accesible, las personas no pueden ni salir a la calle”, explicó.
“Sin accesibilidad, no podemos acceder ni al empleo, ni a la educación, ni a los servicios de salud, ni a nada”, zanjó. Por ello, la UMC ha editado una guía con criterios y estándares sobre accesibilidad universal, que pueda servir de referencia a gobiernos y organizaciones.
Bajo el título '¡Accesibilidad, Go! Una guía de acción', esta publicación atiende a siete compromisos básicos de accesibilidad “para que nadie se quede atrás”. “Si nos centramos en los países del sur, urge también garantizar el acceso de las personas ciegas o con baja visión a servicios mínimos y tratamientos de rehabilitación visual”, indicó Chamorro.
Según la nueva vicepresidenta de la UMC, hay muchas personas con discapacidad visual que carecen de elementos básicos como gafas, lupas o bastones.
Por último, hizo una mención a “la gestión de emergencias cuando hay personas ciegas y con otras discapacidades implicadas”. “Ante evacuaciones por avisos bélicos o por desastres naturales, se deben tener en cuenta sus necesidades específicas”, señaló Chamorro. Es algo “en lo que ya se está trabajando”, y puntualizó que se han editado guías y desarrollado cursos para que los equipos de emergencias sepan cómo actuar.
La UMC representa a unos 338 millones de personas ciegas y con baja visión de 190 países. Para la nueva vicepresidenta, es “un honor y un gran desafío trabajar” para ellos. Chamorro sabe que la ONCE “es un modelo único de inclusión” que “en todo el mundo admiran”. Confía en que su experiencia en esta organización, donde seguirá trabajando, le ayude en este “nuevo reto”.
(SERVIMEDIA)
13 Sep 2025
AGQ/pai/mmr