La coincidencia de las festividades con jornadas lectivas provoca que los alumnos de la facultad o escuela universitaria que celebra el patrón recorran el resto de facultades del campus de Teatinos, impidiendo el normal desarrollo de las clases e invitando a los compañeros a unirse a la fiesta.

Según la Universidad de Málaga, la última celebración originó daños en la Facultad de Derecho por más de tres millones de pesetas, así como enfrentamientos personals entre alumnos y profesores.

El Rectorado de Málaga se muestra especialmente preocupado por la paralización que sufre la universidad los días de las celebraciones patronales, "ya que en casi ningún centro los estudiantes acuden a clase".

El rector de la Universidad, José María Martín Delgado, ha señalado también la posibilidad de que los alborotadores en las fiestas "no sean ni siquiera alumnos, por lo que es muy difícil controlar estas celebraciones".

Por su parte, los alumnos de la Univeridad de Málaga no ha acogido de buen grado la decisión del Rectorado, "ya que se ha producido por los destrozos habidos en Derecho, de los que no nos sentimos responsables".

Los primeros perjudicados por esta medida son los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación, que el próximo día 27 deberían celebrar la festividad de San José de Calasanz, fecha para la que ya habían organizado varios festejos.