Así lo atestiguó durante su comparecencia en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados en la que expuso las líneas de actuación de su departamento y sus prioridades al frente del mismo en la presente legislatura.

En su intervención, Urtasun consideró que la cultura desempeña un “papel primordial para la salud de la democracia”, por lo que protegerla es la clave de bóveda para salvaguardar “los derechos y deberes fundamentales y el estado del bienestar”.

En ese sentido, reseñó que la cultura es un “sector estratégico” en España que en 2021 generó el 2,2% del PIB, lo que le sirvió para comentar que se requiere una aportación presupuestaria “a su altura”. Por ello, consideró que hay margen para alcanzar el 1% de gasto público de todas las administraciones españolas dedicado a ella.

El ministro avanzó que su departamento desarrollará próximamente dirección general de derechos culturales que tendrá como objetivo luchar contra todas las formas de cultura en el ámbito cultural y de la cual dimane un plan de derechos culturales.

Este plan tendrá como ejes estratégicos: la salvaguarda de la libertad de expresión, adoptando una “postura firme” contra cualquier forma de censura y atendiendo a la promoción de “condiciones de dignas para el trabajo cultural; la igualdad, “asegurando que todos los ciudadanos, independientemente de su origen o condición tengan acceso equitativo a los recursos y oportunidades culturales”; la interconexión entre educación y cultura; la vertebración territorial, para que “todas las regiones, urbanas y rurales, cuenten con infraestructuras y servicios culturales; la integración del ámbito cultural con la Agenda 2030; y una evaluación y seguimiento de las políticas culturales.

Urtasun arguyó que la creación y la producción cultural “sufre un momento histórico de cambio en el que la censura y la injerencia política ganan terreno en la gestión cultural pública”. Por ello, consideró llegado el momento de “reivindicar el valor de políticas públicas útiles para frenar la tendencia en retroceso de derechos”.

Esto le sirvió para explicar que la supradicha dirección general de derechos culturales “acompañará a cualquier creador, autor o colectivo cuya actividad haya sido borrada o censurada del espacio público” y se comprometió a continuar los trabajos iniciados en colaboración con la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y con especialistas del sector para elaborar un manual de buenas prácticas contractuales.

INTELIGENCIA ARTIFICIAL

En relación con la Inteligencia Artificial (IA), Urtasun comentó que la clave de las innovaciones tecnológicas reside en “si se usa sólo para buscar el beneficio económico o si las instituciones ponen las bases para que sea una herramienta al servicio del bien común”.

A su juicio, el desafío de la IA pasa por “garantizar que sea una herramienta al servicio de los trabajadores culturales, que facilite procesos de trabajo de fácil automatización y que permita, si así se desea, liberar campos para crear más y mejor, o para descansar más y mejor; que sea una tecnología al servicio de la creación y la experimentación”.

Urtasun abogó por trabajar en el ámbito de la UE en este campo para auspiciar que “los procesos de entrenamiento de la IA respeten la legislación que protege la propiedad intelectual de los trabajadores”, lograr que “los algoritmos que alimentan las herramientas de inteligencia artificial sean transparentes y auditables” y “abrir una discusión sobre de quién deben ser los datos que alimentan” dichas herramientas.

Por su parte, el titular de Cultura confirmó la creación de una oficina de propiedad intelectual que cuente con los recursos necesarios y a la que se dotará de rango de dirección general para velar por los intereses de los creadores y la protección de la diversidad cultural.

PROYECTOS

Urtasun enumeró durante su comparecencia una serie de proyectos que verán próximamente la luz, como la Plataforma Digital de la Filmoteca, el Agregador Cultural Hispania, que recogerá todo el patrimonio digitalizado de archivos, bibliotecas y museos, protocolos de buenas prácticas en el uso de la Inteligencia Artificial o un grupo de reflexión sobre el impacto de ésta en el sector cultural.

En cuanto a la Ley del Cine, deslizó que se aprobará “en las próximas semanas” para rematar la “última fase del debate parlamentario” que quedó pendiente con la convocatoria anticipada de las últimas elecciones generales.

El ministro reiteró su apuesta por “establecer espacios de diálogo e intercambio” en los museos que permitan “superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas que han lastrado, en muchas ocasiones, la visión del patrimonio, de la historia y del legado artístico”.

Este proceso se concretará, continuó, en “un proceso de revisión de las colecciones de los museos estatales dependientes del Ministerio de Cultura, en una revisión que ya está incorporada como eje transversal en las programaciones temporales en el Museo Nacional de Antropología o en el Museo de América. “Se trabaja en visibilizar y reconocer la perspectiva de las comunidades y la memoria de los pueblos de los que proceden los bienes expuestos”, afirmó.

Luego de subrayar que en esta legislatura se abordará la renovación del Inaem, avanzó que se impulsará un plan de igualdad y la potenciación del Observatorio de Igualdad de Género en el ámbito de la Cultura, se colaborará con las comunidades autónomas para proteger las lenguas cooficiales y se aplicará un “programa de acción cultural” en toda España, especialmente en las zonas rurales.

Por su parte, Ernest Urtasun comentó que se impulsará la creación de una “bienal de cultura y futuro climático” en la que participarán expertos con el objetivo de suscitar una discusión que concluya en el desarrollo de una “estrategia conjunta para dejar atrás un modelo de cultura basado en los combustibles fósiles”.

Por último, informó de que el Ministerio de Cultura trabajará con el Ministerio de Exteriores para lograr la proclamación del “año internacional de la paz” y transmitió que el auditorio de la sede de su departamento recibirá el nombre de Jorge Semprún.