Lo anunció este martes en una rueda de prensa en la sede de su departamento en la que arguyó que dicha tala “pone en riesgo el valor universal que motivó la declaración de la Unesco” y deslizó que Cultura desconoce si esta acción se llevará a cabo con la “evaluación de impacto patrimonial que debe hacerse en estos casos”.

En las misivas, Cultura pone de manifiesto que la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes se ha puesto en contacto con la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid hasta en tres ocasiones para solicitar información sobre la tala, recordándoles que “todas las obras o actuaciones que puedan tener un impacto potencial sobre el Valor Universal Excepcional de un bien declarado Patrimonio Mundial deben contar con una Evaluación de Impacto Patrimonial previa, tal y como estipula el artículo 118bis de las Directrices Operativas de la Convención de Patrimonio Mundial”.

También se desliza que el Ministerio de Cultura es el encargado, una vez recibido el informe, de trasladar esta evaluación a la Unesco.

Ante “la falta de voluntad” de ambas administraciones para revisar el plan de actuación previsto y realizar el informe de evaluación supradicho, y luego de haber conocido por los medios de comunicación el inicio de la tala, Urtasun ha remitido dichas cartas a Almeida y Ayuso para que “paralicen de inmediato” esta acción y para pedirles una “reunión urgente” con el fin de “consensuar las medidas a tomar”.

Por último, Urtasun eludió pronunciarse sobre las medidas que tomará en caso de que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid desoigan sus peticiones, fiándolo todo al diálogo con ellas.