Así lo señaló Amparo Valcarce durante su intervención en la II edición del foro internacional 'Diálogos para la Seguridad–Foro sobre Geopolítica y Defensa de la Paz', organizado por el diario ‘El País’.

Valcarce desgranó los principales cimientos que supone el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa aprobado por el Gobierno en abril, y subrayó que en el día de hoy “se mira la defensa de una manera distinta a cómo se ha hecho no hace demasiado tiempo”, en un contexto en el que hay más de 50 conflictos armados abiertos en todo el mundo.

Además, destacó especialmente que “la ilegal invasión de Rusia contra Ucrania continúa sin un horizonte de solución”, mientras que “la tornadiza situación en Oriente Próximo busca encontrar una paz duradera en Gaza”. También, cuando el Sahel “continúa siendo un foco de enorme inestabilidad”.

La rivalidad estratégica, dijo la Sedef, “hoy se evidencia en el ciberespacio, el control de datos y también el acceso a recursos críticos”.

Y en este contexto, señaló, la defensa “es el gran desafío europeo”, aunque consideró que actualmente “la sociedad europea entiende que no hay prosperidad sin seguridad y defensa, pero también que no puede haber seguridad sin la industria de defensa”.

España, aseguró, “comparte plenamente esta visión, profundamente europea” con la que se busca, añadió, “fortalecer nuestras capacidades de defensa también para ser más útiles en Europa y más útiles en el ámbito de la OTAN”.

Valcarce aseveró que la base industrial y tecnológica de la defensa en España, “no solo provee a las Fuerzas Armadas españolas de equipos y sistemas avanzados”, sino que también actúa como “un motor de innovación y empleo cualificado”, amén de buscar “la cohesión territorial”.

La Sedef recordó que en 2018 el gasto en defensa de España era del 0,9% del PIB, y este año 2025 “hemos alcanzado un gasto en defensa del 2%” del PIB.

Y en este punto, defendió que los objetivos estratégicos que recoge el plan los está vinculando el Gobierno a “conseguir más empleo cualificado, más formación, mejor comportamiento de la economía y por lo tanto más cohesión territorial, es decir, que esta ola de innovación tiene que llegar a toda España”.

La industria de defensa afirmó, “es el motor que debe permitir que los beneficios del esfuerzo en defensa, un esfuerzo enorme, lleguen a todos los ciudadanos, lleguen a todos los territorios”.

Abundó en la idea Valcarce, y señaló que “la defensa tenemos que convertirla en una oportunidad de país”, y enfatizó que “no se puede concebir la política industrial separada de la política de defensa”.

Asimismo, remarcó que “no hay soberanía sin tecnología”, y agregó que dicha tecnología “sobre todo depende y mucho de dónde hagamos el esfuerzo inversor”. Por eso, afirmó que “la seguridad nacional tiene que ir unida al concepto de una seguridad integral, económica y social”.