Valcárcel advierte a Zapatero en su misiva que "la sequía es un problema sin resolver, una amenaza clara para el futuro y el desarrollo, especialmente del Levante español".

A ello se añade, explica en su carta el presidente murciano, la amenaza de la desertización, ya que "Murcia es la región donde más avanza el desierto, por lo que la destrucción de la masa arbórea de nuestra comunidad, como consecuencia de la falta de agua, representa un gran peligro, tanto por lo que supone de avance en el proceso de desertización, como por el daño irreparable que se produce, no sólo en la agricultura murciana, sino en el Medio Ambiente español".

Todo ello, lleva a Valcárcel a instar al Gobierno español a que la sequía sea tenida "como una de las prioridades que se deben abordar en la Conferencia de Presidentes, a partir de un debate sereno, participativo, en el que se aporten soluciones definitivas, globales, solidarias, donde el interés nacional prime sobre las perspectivas locales, sin perjuicio del valor que éstas aportan enriqueciendo el enfoque integral y de conjunto".