Esta campaña se pone en marcha con motivo de la aprobación de la ley de contaminación acústica y está previsto que se prolongue durante el mes de abril.

Desde Consumo se pretende establecer un mayor control del etiquetado de los electrodomésticos atendiendo a la normativa con el objetivo de que el consumidor, en el momento de la compra, además de conocer la eficiencia de consumo energético y por lo tanto su ahorro, pueda conocer el nivel de ruido del aparato para reducir la contaminación acústica doméstica.

Según la normativa, los fabricantes o importadores de aparatos de uso doméstico están obligados a informar sobre el ruido en decibelios emitido por estos productos mediante la indicación en la etiqueta. El fabricante o importador será responsable de la veracidad de la información facilitada, aunque será el comerciantes quien deba responder si no está el etiquetado obligatorio.

En los controles del contenido del etiquetado, que pretenden ser correctores de irregularidades, se vigilará especialmente que figure el nombre y la dirección del proveedor, la descripción general del aparato, las instrucciones de empleo, la existencia de garantía, la clase de eficiencia energética y el ruido expresado en decibelios.