Los aniales, según afirmaron testigos presenciales de los robos, son sustraídos en una zona cercana a la calle Antón Calabrés por toxicómanos que consiguen así dinero para su adicción. Posteriormente son vendidos por el supuesto cabecilla de la red en la comarca de Huétor-Tajar.

Los vecinos confirmaron la existencia de esta organización, que actúa de forma muy intermitente desde hace varios años. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía informaron a esta agencia de la detención en los últimos dos años de vario individuos acusados de vender perros robados en algunos barrios de la localidad y otros pueblos de la provincia, como Huétor Vega o Baza.

La Policía Judicial no pudo confirmar la existencia de una banda organizada. Los vecinos afirman que el responsable de los robos es una persona que paga a otras para que sustraigan los perros, sin que pertenezcan a la organización.

Según los numerosos testimonios recabados, el cabecilla opera con "alguien" de las mismas características en la comarca de Huétor-ajar, con el que realiza el intercambio de animales, sobre todo de los que pueden ser usados en cacerías.

El supuesto cabecilla de la banda está siendo investigado por la policía desde hoy. Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía manifestaron a esta agencia desconocer la existencia de la red, aunque indicaron que de existir debe tener contactos con otras ciudades de España.