Caride de Liñán recalcó que el instituto no se pronuncia sobre las características geológicas del lugar, aunque sí tiene que ser consultado obligatoriamente sobre la incidencia en los acuíferos de todos los proyectos de vertedero, si bien su dictamen no es vinculante.

El director del Geominero matizó que esta recomendación, efectuada cuando se creó el vertedero, hace unos 25 años, era "muy leve y solamente iba en este sentido", el de la influencia sobre los acuíferos.

Por otraparte, Caride destacó que se trata "de un vertedero de una gran dimensión, colocado en una zona con una pendiente un poco fuerte, y la heterogeneidad de la materia (depositada) produce a veces ciertas rupturas y ciertos episodios como éste".