"Los fondos son cruciales para abordar las necesidades humanitarias urgentes y los esfuerzos de reconstrucción en ambos países", apuntó en un comunicado.

A causa del terremoto, “la actual crisis humanitaria en Siria se ha vuelto aún más compleja”, con casi el 90% de las familias sirias en situación de pobreza y más del 50% en inseguridad alimentaria.

Los terremotos y las réplicas posteriores agravaron la situación, y cuando se cumplen tres meses de la catástrofe, la población presenta una necesidad crítica de alimentos, agua, refugio y apoyo médico y psicosocial.

VÍCTIMAS

El seísmo dejó más de 4.500 muertos y 10.400 heridos sólo en el noroeste de Siria. Al menos 148 comunidades se vieron afectadas, con 10.600 edificios destruidos en diversa medida. En Turquía, 50.000 personas murieron, 3 millones se vieron obligadas a abandonar sus hogares y 9,1 millones resultaron afectadas de alguna forma.

Según una reciente evaluación del impacto de la catástrofe llevada a cabo por World Vision, los damnificados presentan necesidades urgentes de alojamiento alternativo, preparación ante catástrofes, mejor coordinación de las intervenciones, ayuda en efectivo, oportunidades de empleo, recuperación de medios de subsistencia, servicios sanitarios, suministros médicos y apoyo nutricional. El estudio también muestra que el 20% de los encuestados aún experimentan fuertes sentimientos negativos, lo que indica la urgencia de intervenciones de protección y salud mental.