Lo hizo en su intervención en el acto central de la campaña de Sumar para las elecciones vascas del próximo 21 de abril, en el Bilbao Exhibition Center (BEC) de Barakaldo (Vizcaya), ante unos 300 espectadores. Un discurso cuyo inicio interrumpieron los abertzales del Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS) por sus siglas en euskera, partido disidente de EH Bildu, cuya portavoz pudo terminar su alegato de dos minutos antes de abandonar el recinto sin que nadie les desalojara.

La vicepresidenta, además de su promesa de reformar el despido, situó la vivienda como el principal problema del País Vasco y de toda España, y censuró que “no es un negocio de algunos partidos progresistas de nuestro país”. Aclaró que todavía no se han suprimido los ‘golden visa’ e insistió en reclamar, como ya hizo hace un par de semanas, una Conferencia de Presidentes para abordar el problema y llegar a “un acuerdo para que se cumpla la ley de Vivienda”.

También diagnosticó que en el País Vasco se está ante “un fin de ciclo”, con el proyecto del PNV y el PSE “completamente agotado” y sin hablar de los problemas de la ciudadanía, y señaló como “la principal misión de Sumar” la de “reducir la desigualdad” e instaurar una “vida digna” con “reducción de la jornada laboral sin reducción laboral”, a pesar de que el FMI ha advertido de que una debe conllevar la otra.

Díaz aseguró que “tenemos diferencias” con el PSOE y que Sumar sabe bien a quién representa, y abogó por permisos de conciliación retribuidos y por una prestación universal por crianza hasta la mayoría de edad del hijo. Finalmente, en vísperas del aniversario de la proclamación de la II República, arengó ante el aplauso rendido del auditorio: “Anticipemos también la primavera republicana”.