En una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, el presidente no ocultó su satisfacción por la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales de Estados Unidos al expresar su "felicitación sincera" a todo el pueblo americano y al senador en particular.

La jornada electoral, subrayó, ha demostrado "la vitalidad de este gran país, de la democracia, y la fuerza imparable del voto para cambiar las cosas", y el resultado "abre un nuevo periodo de esperanza" para Estados Unidos y para todo el mundo.

En su opinión, la victoria de Obama "marca sin duda una nueva etapa para un gran país en un momento tan decisivo en la transformación del mundo" y permite vislumbrar un horizonte deprogreso colectivo.

Rodríguez Zapatero subrayó que Obama ha cimentado su proyecto sobre los valores de la esperanza y la solidaridad, por lo que sentenció que Estados Unidos tiene ahora la oportunidad de extender esos principios en las relaciones internacionales.

En ese objetivo, Estados Unidos cuenta "con muchos aliados, con muchos amigos deseosos, como España, de trabajar juntos" en grandes cuestiones, como la lucha contra el terrorismo y retos ante los que Obama ha mostrado "tanta sensibilidad", como la pobreza o el cambio climático, y también la crisis financiera internacional.

En esos asuntos, elogió de Obama su capacidad de escuchar, su invitación al diálogo y su apuesta por la multilateralidad, la lealtad con los aliados y su respeto por el derecho internacional, los derechos humanos y la integración europea.

"RELANZAR" LA AGENDA TRASATLÁNTICA

En ese sentido, expresó su convicción de que una Europa fuerte es "condición necesaria" para el vínculo trasatlántico también fuerte que el mundo necesita, y alertó de que la Unión Europea debe "responder a las expectativas".

"Quiero que trabajemos juntos" en los asuntos en los que la experiencia de España es "más rica" y hay intereses compartidos, como América Latina, Oriente Próximo, el mundo musulmán o África.

Insistirá en ello, avanzó, durante la Presidencia de la Unión Europea que corresponde a España en el primer semestre de 2010, en la que se propone "relanzar la agenda trasatlántica".

El Gobierno tiene plena confianza en que la victoria de Obama abre "un horizonte aún más prometedor" en las relaciones de Estados Unidos con España, con la Unión Europea y para un mundo "más equilibrado, más justo y con más aspiraciones en favor de la paz y la seguridad compartida".

Rodríguez Zapatero se reconoció partícipe de "la confianza, la fuerza, la ilusión y la emoción" vivida en Estados Unidos por la llegada de Obama a la Presidencia de la primera potencia mundial y "una de las cunas de la democracia".

Sin embargo, no concretó los aspectos en los que la relación bilateral puede experimentar "más intensidad" y ser "más fluida, más positiva", como es su objetivo.

Apeló a la prudencia y a las pocas horas transcurridas desde la victoria de Obama para eludir las respuestas sobre el momento en el que espera poder encontrarse con él, si su victoria puede allanar el camino de España en su objetivo de participar en la cumbre de Washington de los próximos días 14 y 15, o si España podría aceptar una mayor implicación en algunas misiones internacionales.

Sólo precisó que tiene la intención de "felicitar directa y personalmente" al senador y que habrá tiempo antes de que tome posesión, en enero, para planificar "la arquitectura" de una mejor relación bilateral.

Aprovechó también para elogiar el "espléndido" discurso de John McCain al encajar su derrota y su compromiso para "sumar esfuerzos, arrimar el hombro". Es, en su opinión, "todo un ejemplo que eleva la política, la hace más confiable y más apreciable".