La apertura de la jornada corrió a cargo de la presidenta de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) y vicepresidenta del Cermi, Concha Díaz, que hizo hincapié en la importancia de que esta idea de adaptación a la trasformación digital garantice a las personas con discapacidad “no quedarse fuera” de un entorno que es exigente de forma continua.

“Las entidades del sector tenemos que tener la capacidad de adaptarnos a cualquier tipo de cambio porque si contamos con esa capacidad, tendremos influencia para incidir en esa transformación, consiguiendo que las personas con discapacidad y sus familias no se queden atrás. Una sociedad avanza si vamos de forma paralela a la innovación de los derechos porque si no lo hacemos así, no lo podemos considerar avanzar”, concluyó.

Durante la ponencia ‘El futuro ya está aquí’, el ecosystem builder del área de Open Innovation de BBVA, Ignacio Villoch, explicó que asistimos a un verdadero cambio de época en el que “el 80% de los empleos que habrá la próxima década no existen todavía y en el que los robots están ganando terreno en la ocupación de estas tareas mecánicas”. Ante este escenario, incidió en que lo fundamental es poner de nuevo a la persona en el centro del sistema para adaptarnos a este nuevo mundo que estamos descubriendo y conseguir que aquellas tareas que requieran de unos aspectos más humanos, “como el humor, la ironía o las emociones”, queden reservadas a las personas.

“El arma para competir o convivir con estos robots es la creatividad, la colaboración, la comunicación y el pensamiento crítico, habilidades que cada vez van a tener más peso por no ser automatizables y a las que el sector de la discapacidad debe mirar también para no quedarse atrás. Debemos potenciar estas cuatro habilidades y añadir una quinta, la curiosidad, que también es inherente al ser humano y estamos perdiendo últimamente”, añadió Villoch.

En línea con este planteamiento se expresó también el vocal asesor del Ministerio de Ciencia, Manuel Arenilla, que durante su ponencia ‘ODS Digital, ¿cómo la tecnología puede ayudar a avanzar en los ODS’, abundó en la situación de estos objetivos y la “enorme oportunidad” que este cambio de era presenta para la discapacidad “siempre que sea capaz de situarse en el centro del relato para ser tenida en cuenta en el proceso de cambio”.

Sin embargo, advirtió de que la discapacidad se encuentra hoy en día en una situación marginal “en este marco del relato” y que es necesario trabajar para que la discapacidad tenga mayor presencia en los datos existentes relativos a cumplimientos de ODS, pues en los informes actuales aparece de forma discreta y siempre vinculada a otros términos.

“Hace falta una visión más integral, contar con una diversidad real, pues cuando no hay diversidad se corre el riesgo de asistir a políticas sesgadas, cuando no contemplas a algunos colectivos, no hay políticas integrales. Necesitamos datos, pues sin ellos se producen pérdidas de derechos sociales, civiles y culturales”, añadió.

Por su parte, el CEO de Eleven Yellow, José Sáez, ofreció la ponencia ‘Visiones desde un mundo digital’, en la que destacó la importancia de que en el negocio digital “se piense y se actúe con una visión global y que se confíe en personas de la propia empresa o de fuera que cuenten con un buen perfil tecnológico y tengan un espacio de prueba hasta conseguir algo que funcione”.

De cara al futuro, Sáez señaló que “no hay que ver los robots como una amenaza para los puestos de trabajo, sino como una ayuda y una oportunidad para optimizar el tiempo”, además añadió que “la tecnología puede ser un gran aliado para las personas con discapacidad hoy y en el futuro”.

A continuación, el security researcher en Telefónica Digital España, Francisco José Ramírez, demostró durante su ponencia ‘Usando la inteligencia artificial para el bien social’ que “con un poco de nivel se pueden hacer aplicaciones o programas en poco tiempo que sirvan como herramienta para las personas con discapacidad, como poder traducir el braille o la lengua de signos”. Ramírez basó su ponencia en la evolución de la inteligencia artificial (IA), señalando que “con mucho entrenamiento la IA aprende más rápido y puede crear más herramientas que influyan en el bien social”.

Para concluir la jornada, el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán, apostó por la transformación digital “como una oportunidad para la inclusión de las personas con discapacidad”.

Durán destacó la importancia que tiene esta transformación en el empleo, ya que “en el futuro, las personas trabajarán en empleos que aún no se han creado, por eso es fundamenta formar a las personas con discapacidad en competencias digitales y para poder hacerlo hay que tener en cuenta la accesibilidad”. “La accesibilidad debe ser un concepto asumido, independientemente del vehículo que se esté utilizando. Hay que estar vigilantes, garantizar que no se nos excluya de esta transformación”, concluyó.