Ambos torneos se disputarán en el Polideportivo Núñez Blanca Zaidín y reunirán a los cuatro equipos mejor clasificados a lo largo de esta temporada en la liga nacional.

En el fútbol para ciegos (fútbol 5) se enfrentarán los conjuntos de Alicante, Madrid, Málaga y Tarragona. Por su parte, en la categoría para futbolistas con discapacidad visual grave (B2/B3) participarán los equipos de Barcelona, Madrid, Tiflocor (Córdoba) y Valencia.

Los equipos disputarán una fase previa en sistema de liguilla, clasificándose para la gran final los dos primeros conjuntos. El calendario arranca el sábado 8 de junio a las 17.30 horas con la liguilla, que continuará el domingo, en horario de 09.00 horas a 19.30 horas. El lunes 10 de junio se celebrará la final de fútbol sala, a partir de las 09.30 horas, y la final de fútbol 5, que tendrá lugar a partir de las 11.30 horas.

Las personas ciegas y con discapacidad visual grave compiten en dos categorías distintas, existiendo grandes diferencias entre ambas. Los jugadores con discapacidad visual grave (B2/B3) no necesitan apenas adaptaciones para poder competir. Estas adaptaciones van principalmente encaminadas a conseguir contraste entre el color del balón y el suelo, de la portería y el fondo y una iluminación de igual intensidad durante los 40 minutos de juego real que dura el partido, por ello disputan sus partidos en pabellón cubierto.

Por otra parte, el fútbol para ciegos ha necesitado mayor número de adaptaciones, estando en estos momentos bien desarrollado y reglamentado, lo que lo convierte en un deporte seguro y viable para las personas ciegas.

Las características específicas imprescindibles son un balón sonoro; vallas laterales que evitan los fueras de banda, salvo que el balón salga por encima de éstas, siendo además un elemento de orientación y seguridad para el jugador; el portero es vidente y tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti; un guía detrás de la portería orienta a los jugadores y los jugadores están obligados a decir, de forma clara y audible, la palabra “voy” para evitar golpes y orientar al jugador rival.

Dadas las necesidades específicas, esta modalidad se juega en campo de césped artificial descubierto para facilitar la audición del balón. Por eso, es necesario el silencio del público mientras esté en juego la pelota y hasta que no se marque un gol o existan tiempos muertos.