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Discapacidad

Cuatro de cada cinco alumnos con discapacidad creen que “ser diferentes” les pone en riesgo de sufrir acoso escolar

- La ministra Celaá revindica la “heterogeneidad” y la “convivencia positiva” en las aulas para luchar contra esta lacra

MADRID
SERVIMEDIA

El 79,5% del alumnado con discapacidad (casi cuatro de cada cinco alumnos con discapacidad) señala el hecho de “ser diferente” como un factor de riesgo para ser víctima de acoso, situación que habitualmente les llega en forma de burlas, aislamiento y rechazo y se traduce en peores notas, reticencia a ir al colegio y tristeza.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio ‘Acoso y ciberacoso’, realizado por Fundación ONCE y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y presentado este miércoles en el Colegio Gredos San Diego Las Suertes de Madrid, en un acto que contó con la presencia de la ministra de Educación y FP en funciones, Isabel Celaá, y el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda.

También estuvieron, entre otros, el vicepresidente ejecutivo de Fundación ONCE, Alberto Durán; la directora ejecutiva del Cermi, Pilar Villarino, y la directora de Formación y Empleo, Operaciones y Transformación de Fundación ONCE, Sabina Lobato.

El estudio advierte de que las situaciones de acoso hacia el alumnado con discapacidad (que superaría los 200.000 estudiantes, según datos oficiales) se prolongan durante años, suelen ser ejercidas por un grupo pequeño de compañeros y perpetradas por personas cercanas, como estudiantes de la misma clase.

El documento alerta asimismo de las consecuencias “muy negativas” que el acoso escolar tiene en las víctimas, desde el punto de vista emocional, social y académico: el 31,3% sacan peores notas, el 57,8% no quieren ir a clase, el 62,55% están más tristes y el 53,6% confirman “ganas de llorar”.

BURLAS Y AISLAMIENTO

Según refleja el informe, las burlas, el aislamiento y el rechazo son las formas de violencia escolar más frecuentes (ocho de cada 10 casos). Asimismo, las víctimas de ciberacoso lo han sido, principalmente, por recibir comentarios desagradables a través de WhatsApp (18,8%) y Facebook (10,3%).

Los cursos en los que se registra una mayor proporción de acoso son el primer ciclo de Educación Secundaria (40%) y el segundo de Educación Primaria (37%) y la reacción de las víctimas “es muy dispar”, recalca el estudio. Unos intentan evitar el enfrentamiento y otros se defienden acudiendo a la violencia; algunos se aíslan y otros lo cuentan a adultos (padres, profesores, amigos…).

También la reacción de la comunidad educativa es variada ante el acoso, aunque cuatro de cada 10 profesionales dicen que defienden a la víctima y lo comentan a otros colegas. Asimismo, más de la mitad de los profesores perciben a las familias de los agresores como “reacias” a que sus hijos actúen así.

HETEROGENEIDAD

Durante su intervención, la ministra Celaá apostó por “promover la heterogeneidad en las escuelas” como “un factor de protección ante las situaciones de acoso”. Así, defendió que “la educación inclusiva es la experiencia de convivir con todos, respetar los derechos de todos, no por obligación ni imposición, sino por empatía”.

En este punto, mostró “el firme compromiso” del Gobierno “en seguir avanzando en este camino”, consciente “de la dificultad” y “el esfuerzo” que supone. Por ello, remarcó, los canales de participación están “abiertos” para colaborar en esa tarea que promueva la diversidad en las aulas.

“A convivir se aprende”, indicó, subrayando que es una prioridad del Gobierno impulsar “una convivencia positiva en los centros”, objetivo que logrará, dijo, trabajando con las comunidades autónomas y facilitando “formación y recursos” para lograrla.

“El acoso escolar es un problema moral” que “hay que curar”. “Es inaceptable que el recreo sea una guerra, porque todos son espacios educativos”, lamentó.

Previamente tomó la palabra el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, que confesó haber sido víctima de acoso “en muchas ocasiones”. Así, desde la experiencia (también tiene un hijo con síndrome de Down) apeló a “tomar conciencia” sobre esta lacra y a apoyar a las víctimas del entorno más cercano. Según denunció, hay muchas personas con distintos tipos de discapacidad a las que “no les resulta fácil acudir al aula cada día”.

Sin embargo, puso en valor el esfuerzo y el talento del alumnado con discapacidad con el dato de que ese colectivo tiene “una media muy inferior” en abandono escolar en cuarto de la ESO, justo cuando tienen que decidir una orientación para su futuro. “Hacen un gran esfuerzo, porque saben que si no lo hacen tendrán dificultades para encontrar una oportunidad”, subrayó.

Carballeda pidió “concienciar” a los profesores contra el acoso escolar y tendió la mano al Gobierno “para que se pueda tener la mejor educación”, pues “es la mejor inversión”.

UN MITO

El testimonio que más conmovió tanto a los alumnos del centro madrileño como a las personalidades que acudieron a la presentación del estudio fue el de Valentina, una joven con discapacidad y adoptada que sufrió acoso desde pequeña, según ella por esa doble condición.

Visiblemente emocionada, denunció que “es un mito que el acoso escolar hace más fuertes” a quienes lo sufren. “Es mentira”, dijo, a la vez que confesó que hubiera “agradecido el apoyo de compañeros” para no sentirse tan sola.

“Espero que esto acabe y haya más educación desde el respeto y la tolerancia y la visibilidad de los problemas que genera la discapacidad” u otras circunstancias, como la orientación sexual, para lo que pidió que se ayude “muchísimo” a las víctimas y que se ahonde en “por qué hacen lo que hacen los acosadores”. “A lo mejor también lo están pasando mal” y la mano dura “no es la solución”, pues maltratan a sus compañeros en público “para impresionar”, dijo.

(SERVIMEDIA)
19 Jun 2019
AHP/caa