Así se pronunció Gabilondo en la segunda de las dos jornadas del Pleno de investidura en la Asamblea de Madrid, en la que acusó a Díaz Ayuso de carecer de un "proyecto de reforma y transformación" y de proponer un acuerdo de gobierno que "está escorado a la derecha y más allá".

Lamentó que la candidata del PP se autoproclame como "paladín de la libertad" y del cambio en la Comunidad, a pesar de que su partido lleva 24 años consecutivos gobernando en la región y le afeó que "caricaturice" a los partidos de izquierda como formaciones "totalitarias".

Esto le permitió censurar "esa visión frentista que pretende dejar de lado a la mitad de la sociedad", ya que "su temor no es perder la libertad, sino a perder el poder", como lo evidencia el programa que Díaz Ayuso presentó ayer con un único fin: "mantener a los adeptos".

Destacó que la "unión de liberales y conservadores" para conformar gobierno tiene como fin "agradar a la derecha más extrema". "¿Ese es el logro del pacto alcanzado?", se preguntó.

También mostró su pesar ante el hecho de que los gobiernos de la Comunidad de Madrid tengan como "propósito fundamental" enfrentarse con el gobierno nacional, cuando éste no es del PP.

Por ello, reprobó a Díaz Ayuso por "aferrarse al poder para excluir a quienes no piensan como ustedes" en lugar de acometer la "cronificación de la pobreza" en la región.

Reivindicó haber sido el candidato más votado en las pasadas elecciones autonómicas porque los ciudadanos entendieron la necesidad de plasmar una "verdadera regeneración democrática y una verdadera justicia social".

Juzgó como "imprescindible" la alternancia política en la Comunidad para llevar a cabo una "profunda regeneración", ya que el cambio no se resume en un "cambio del titular del poder, sino en un nuevo modo de proceder".

Destacó que la candidata del PP apuesta por un modelo económico "con un bajo valor añadido", "caduco y sin horizontes", "sin otra ambición que ser continuista, que desgraciadamente confirma las desigualdades" y que "reescribe la ley del más fuerte, donde ganan los que más tienen y pierden quienes necesitan lo mejor de la política para tener un horizonte de vida".

A su vez, rechazó la bajada de impuestos propuesta por Díaz Ayuso, ya que toda rebaja fiscal sobre la base de engordar la deuda "ha sido un error, es un error y será un error".

Le afeó que el acuerdo de gobierno propuesto por la candidata popular no asuma el pacto de Estado contra la violencia de género, no reconozca la labor del feminismo en la consolidación de derechos y deberes, no postule medidas para proteger a la comunidad LGTB y no potencie la educación pública de calidad.

Hizo un aparte en materia de lucha contra el cambio climático para aseverar que Madrid Central es "una necesidad, no un capricho ideológico".

Más allá de sus críticas, Gabilondo formuló unas propuesta que deberían contar con el consenso de la Asamblea de Madrid, como la búsqueda de un punto de encuentro común sobre las necesidades de la región que deben ser atentidas en el nuevo sistema de financiación autonómica o la exploración de un acuerdo sobre los menores extranjero no acompañados, conocidos como 'menas'.

En cuanto a las dudas sobre el destino de los préstamos de Avalmadrid -entre ellos, el del padre de Díaz Ayuso-, dijo que los socialistas "no son jueces", y afeó que la candidata del PP se escude en "cuestiones personales" para no dar explicaciones. No descartó apoyar el cierre de este organismo, pero llamó a estudiar seriamente todo lo concerniente al mismo.

Reafirmó el amor a España y a la Constitución del PSOE y aclaró que los socialistas entienden el texto constitucional desde sus artículos 1 y 2, reclamando que se entienda con el resto de comunidades autonómas desde la fraternidad y no presentando a la Comunidad de Madrid como "una especie del último bastión de occidente".

También proclamó un "desahogo personal fruto de mi edad" en el que reclamó no hacer políticas a través de "interpelaciones personales" a partir del tono bronco que el debate d einvestidura tuvo esta mañana.

Por último, fundamentó el rechazo de los socialistas a la investidura de Díaz Ayuso en la necesidad de desarrollar en la Comunidad un ética pública para "mejorar la democracia" y porque "hoy hemos podido conocer quién es".