Entre otros temas, pusieron el foco en los cuidados ginecológicos, la sexualidad y la elección anticonceptiva, el seguimiento de embarazos, la atención al parto y los cuidados durante el postparto. Reclamaron que se les permita ver y manipular objetos como los anticonceptivos, los espéculos y otros artículos, a fin de lograr un mejor conocimiento y menor tensión a la hora de ser valoradas.

Además, demandaron disponer de "un tiempo generoso" para esas consultas, información comprensible y simplificada sobre los documentos que se dan por escrito e imágenes descriptivas sobre aquello que se explica.

A nivel general, las participantes reclamaron a los profesionales que faciliten su autonomía y que no les traten como niñas. Que les miren a la cara y que les hablen a ellas directamente y no a sus acompañantes.

Según Míriam Sobrino, matrona y coordinadora de la consulta de sexualidad del hospital, aunque “un número importante de mujeres conoce estos aspectos, si se detectan grupos concretos con carencias en esas áreas, es prioritario trabajar sobre ello”".

El encuentro facilitó un espacio de reflexión en el que mujeres con discapacidad intelectual o del desarrollo, personas de apoyo y profesionales del ámbito de la salud identificaron posibilidades y limitaciones en la atención de este grupo, a fin de mejorar su atención en las consultas ginecológicas y reproductivas. Además, compartieron experiencias, se expusieron dudas y se plantearon iniciativas de colaboración y desarrollo en este área.