Religión

Templos de media España vuelven a recibir fieles con el regreso del culto público

- Centenares de personas hicieron cola con mascarilla este lunes ante imágenes emblemáticas como la Macarena o la Virgen del Pilar

MADRID
SERVIMEDIA

Miles de personas acudieron este lunes a iglesias, catedrales y parroquias de las zonas en las que las autoridades sanitarias han permitido pasar a la fase 1 de desescalada del confinamiento por la Covid-19.

En algunos casos, la fe congregó a un importante número de personas que, incluso, hicieron cola antes de la apertura de templos emblemáticos, como los de la Macarena de Sevilla y la catedral de Zaragoza, donde se alberga la popular Virgen del Pilar.

Esto se debe a que iglesias de media España de zonas en fase 1 han podido retomar las celebraciones “con pueblo” tras implantar las preceptivas medidas de seguridad, como el distanciamiento físico, no superar el 30% del aforo del templo, el uso de mascarillas, la comunión en la mano y los dispensadores de gel hidoralcólico.

En Sevilla, fuentes del Arzobispado confirmaron a Servimedia que “en templos muy simbólicos” de la capital, como los de la Macarena, la Esperanza de Triana y el Gran Poder, se han congregado decenas de creyentes “esperando la apertura” a primera hora del día, siempre “con mucho orden y mucha normalidad”. “La gente ha tomado buena nota de todo” para evitar el contacto y poder acudir a misa o a rezar después de casi dos meses sin poder hacerlo, aseguró un portavoz.

La alegría y las ganas no sólo la mostraron los laicos, también los sacerdotes deseaban estar acompañados de sus feligreses en las ceremonias, que en las últimas semanas (y en las zonas que aún están en fase 0) se celebran de forma telemática y sin comunión presencial.

“Hoy, día 11 de mayo hemos reabierto las puertas de la catedral al culto público y han venido los fieles. Hemos celebrado la misa de 8.30, la de 9, la misa coral, con toda normalidad. Teníamos la separación de dos metros de las sillas para que todos estuvieran cómodamente y guardaran las distancias de seguridad. También en la comunión los fieles han sido muy obedientes, todos por el pasillo central, guardando también la distancia de seguridad y comulgando en la mano como era lo recomendado. O, sea, que estamos llenos de alegría porque hemos vuelto a la celebración del culto público con la presencia de los fieles en la iglesia”, indicó Luis Rueda, delegado diocesano y prefecto de Liturgia del Cabildo de la Catedral de Sevilla, tras abrir las puertas de la seo hispalense.

Si en la catedral de Sevilla se han sustituido bancos por sillas más distanciadas, se ofrece gel hidroalcohólico y no se permite el paso de ninguna persona con mascarilla, en la de Zaragoza, la Virgen del Pilar recibe a los creyentes sin manto, como se quedó cuando se decretó el estado de alarma, para simbolizar que la patrona "arropaba" con él a las víctimas del Covid-19.

Según expuso a Servimedia Oficina de información de la Iglesia de Aragón, la Basílica del Pilar ha sido de las más madrugadoras en abrir sus puertas, tras 57 días. A las 8,30 horas se pudo entrar por dos accesos distintos a la misa al altar mayor y a venerar a la Virgen en la Santa Capilla (este recinto para oración y confesiones).

“Una hora antes había personas haciendo fila para rezar a la Pilarica”, indicaron las mismas fuentes, que calcularon que, durante la primera hora de apertura del templo habían pasado por él unas 500 personas, “no de manera simultánea”, precisaron, en respuesta a los protocolos sanitarios.

En la catedral de Zaragoza se han desplazado al altar mayor, para ganar amplitud, y se estudia que el culto también continúe de forma virtual, pues durante el confinamiento, una webcam ha permitido a un millón de personas de todo el mundo seguir en directo durante las 24 horas del día a la Virgen del Pilar. “Ha sido una experiencia de fe y comunidad, a pesar de la distancia, la fe rompe todas las barreras”, dijo el citado portavoz.

GOTEO DE FIELES

Luis Alberto Loyo, párroco en cuatro sedes en Bilbao, entre ellas la catedral, precisó a Servimedia que “nunca ha habido orden de cerrar los templos”, aunque “los obispos se adelantaron y decidieron no ‘tentar’ a nadie para ir a misa y dispensaron a los fieles de ello, dada la gravedad del asunto”. Este lunes participa en varias ceremonias, entre ellas un funeral vespertino en la catedral bilbaína, y arrancó la jornada con una misa en la que se han acotado los bancos, dejando menos capacidad, incluso, de lo que indica la normativa sanitaria.

Por lo que ha visto, la Fase 1 ha traído un “goteo de personas” ante los altares. “La gente tiene todavía cierto temor”, recalcó, llamando a la prudencia. “Aconsejamos a los mayores que no vengan, porque no tienen obligación de hacerlo y deben primar la seguridad de sus vidas”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
11 Mayo 2020
AHP/gja