Según informó este martes la Policía, el arrestado estaba fugado de la Justicia desde 2015, cuando cumplía condena por homicidio en un centro de menores. Está acusado de los delitos de quebrantamiento de condena, tentativa de homicidio, atentado a agente de la autoridad, falsedad documental, tenencia ilícita de armas, tenencia ilícita de arma de guerra y hurto de uso de vehículos.

En la vivienda donde fue localizado se intervino un subfusil automático tipo UZI con silenciador, una pistola del calibre 9 milómetros parabellum, diversa munición, sistemas de geolocalización y documentos de identificación

El prófugo fue localizado en febrero de 2018 en un control rutinario efectuado por Policía Local de Algeciras. En aquella ocasión encañonó a los agentes para asegurar su huida y a los pocos días se vio implicado en un tiroteo en una calle de Algeciras.

NUEVA FUGA

Tras permanecer un tiempo escondido en Marruecos, el huido volvió a España y su actividad delictiva se centró en la Costa del Sol, donde se le identificó en el robo de un vehículo con el que se saltó un control policial. El coche embistió a una furgoneta policial y el ahora arrestado volvió a escaparse encañonando a los agentes.

Los investigadores de la Comisaría de Algeciras seguían con las pesquisas para localizar el paradero de este delincuente y tuvieron noticias de que podía haber establecido su domicilio en un barrio de Algeciras. Estos extremos fueron confirmados, por lo que fue sometido a una intensa vigilancia. De esta forma se comprobó que conducía una motocicleta de gran cilindrada y que se desplazaba a grandes velocidades, con el fin de dificultar su interceptación.

Así pues, tras recabar los indicios y pruebas incriminatorias sobre los hechos investigados, se solicitó a la autoridad judicial autorización para el registro de su domicilio. Dada la peligrosidad del fugado se solicitó la colaboración de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), y una vez más intentó huir de la Policía, esta vez sin éxito. Los agentes le interceptaron cuando intentaba escaparse por el tejado, escondido en el exterior de una ventana de la segunda planta del edificio.

En el registro practicado en la vivienda, se halló un subfusil automático tipo UZI con silenciador -un arma de guerra de gran potencialidad lesiva- y una pistola del calibre 9 milímetros parabellum. También fue hallada munición, además de sistemas de geolocalización y documentos de identificación, así como una motocicleta de gran cilindrada que utilizaba para sus desplazamientos.