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Fainé (La Caixa) arremete contra la limitación en los dividendos y dice que “para hacer obra social hay que ganar dinero"

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, Isidro Fainé, arremetió este viernes contra la restricción del dividendo a la banca por parte del BCE para que las entidades tengan hucha con el fin de ayudar durante la crisis del Covid-19 y defendió que “para poder hacer obra social hay que ganar dinero”.

"Por eso no estoy de acuerdo con esta política que ahora está de moda de no pagar dividendos", lamentó durante una mesa sobre RSC organizada dentro de la cumbre empresarial de CEOE y donde intervino junto al presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda; la exministra de Trabajo y hoy coordinadora del proyecto ‘Empresas que ayudan’ de la Fundación CEOE, Fátima Báñez, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

Quien fuera presidente de Caixabank durante décadas y lidera también Criteria Caixa criticó que se empujó a las cajas a salir a bolsa y ahora “nos quitan los dividendos” con los que se financian los proyectos de Obra Social. “Protesto, como os podeis imaginar. Dentro de los dividendos hay muchos cuidados que los necesitan”, remarcó.

Para encarar precisamente coyunturas así refirió que está impulsando dentro de la fundación una “dispersión” de las inversiones en diferentes compañías a fin de diversificar el caudal de ingresos de la institución.

Durante su intervención reivindicó que las cajas tienen “en su ADN” la “preocupación social” como lo atestigua que sus fundaciones, “a pesar de la crisis, han invertido 845 millones en temas sociales” este año y que han beneficiado a 35 millones de personas, a la vez que mantenían su cuota de mercado en negocio y en clientes.

A su juicio, la obra social “empieza cuando uno atiende al cliente bien”. “Somos -las cajas- capaces de escuchar los corazones de las personas, somos capaces de adivinar los sentimientos de estas personas y descubrimos muchas veces las quejas no expresadas y las quejas no proferidas”, afirmó.

Precisamente frente al auge de la digitalización y la automatización de procesos, abogó por “la conexión personal con los clientes”. “Los bancos y cajas no podemos deshumanizarlos”, avisó con el argumento de que la práctica fría de colocar productos no genera el nivel de confianza que la relación personal establece.

En materia de obra social expresó especial preocupación por combatir la pobreza y atender a las personas mayores, a menudo solas. Sobre la pobreza apostó por formar a los niños y jóvenes porque cuando una persona de mayor edad se acostumbra a vivir sin recursos “no hay manera de que trabaje”.

“La única manera de eliminar la pobreza es empezar con la pobreza infantil”, afirmó y detalló que precisamente la Fundación Bancaria de La Caixa tiene programas ahí con ayudas para alimentación a sus familias y formación a los jóvenes, cuyo éxito educativo acaba siendo el mismo que otro joven sin esas dificultades. “Es una labor que hacemos en 125 municipios y en la que invertimos cada año 70 millones”, detalló.

El segundo aspecto por el que mostró especial preocupación es por las personas mayores, subrayando que la fundación cuenta con 637 centros para su atención en toda España donde se imparte todo tipo de actividades, desde movilidad, informática o cultural “para que tengan la ilusión para vivir”. Indicó que los visitan unas 800.000 personas casi todos los días y la fundación invierte 7 millones para dicha actividad.

En materia de empleo apuntó además que la Fundación ha ayudado a colocar a 267.000 personas con discapacidades físicas y psíquicas -47.000 sólo el pasado año- gracias a la colaboración de 60.00 empresas y a través de los apoyos que realiza a entidades sociales.

(SERVIMEDIA)
19 Jun 2020
ECR/mjg