Son datos que se desprenden de la encuesta ‘Impacto de la Covid-19 en pacientes españoles con enfermedad de Parkinson’ que el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología (Getm) realizó a 600 pacientes de 49 provincias españolas en los meses de mayo, junio y julio de 2020, en colaboración con el Observatorio Párkinson de la Federación Española de Parkinson (FEP) y la Asociación Parkinson Galicia-Coruña.

Los resultados del estudio, publicado en la revista internacional ‘Movement Disorders’, reflejaron, entre otras cuestiones, que aproximadamente uno de cada tres pacientes con Parkinson presentó problemas cognitivos y trastornos del comportamiento.

Como explica el presidente de la FEP, la pandemia llevó al cierre temporal de muchas asociaciones de Parkinson, lo que provocó que muchas personas no pudieran continuar con sus terapias de rehabilitación de manera presencial. “Esto, unido al confinamiento, ha afectado a las personas con Parkinson, no solo en el ámbito físico, sino también emocional”, asegura, e insiste en la “necesidad de tomar medidas para garantizar el bienestar de las personas con Parkinson y sus familias”.

Y es que, como apunta el estudio, el cierre de las asociaciones de pacientes, el distanciamiento social, así como los sentimientos de soledad, depresión o el estrés psicológico -que reducen la eficacia de los medicamentos dopaminérgicos-, es lo que más impactó en la salud de los pacientes con Parkinson.

Si bien, la pandemia no solo ha tenido consecuencias entre los pacientes. Durante el confinamiento, el 63,5% de los pacientes contó con un cuidador principal, principalmente un miembro de su familia. Pero mientras que un 70% de los pacientes consideran que la pandemia les ha afectado negativamente y valoran el impacto negativo en un 6,6 (en una escala de 0 a 10), en el caso de los cuidadores, este impacto asciende al 6,9.