Pandemia

Mujeres mayores con discapacidad denuncian su “aislamiento e invisibilización” durante la pandemia

MADRID
SERVIMEDIA

Representantes de organizaciones del sector de la discapacidad y mujeres mayores denunciaron este miércoles el mayor “aislamiento, soledad e invisibilización” de esta parte de la ciudadanía durante la pandemia de Covid-19, una situación que, en su opinión, ya sufrían pero que la pandemia ha agravado.

Así se puso de relieve durante el webinario ‘Mujeres mayores con discapacidad, mayor discriminación’, enmarcado en el ciclo de webinarios ‘No estás sola’, una iniciativa con la que la Fundación Cermi Mujeres promueve, durante la pandemia, el acompañamiento y la participación de las mujeres con discapacidad, así como de las madres y cuidadoras de familiares con discapacidad.

Mariqueta Vázquez, presidenta de la Asociación de Mujeres por un Envejecimiento Saludable, advirtió de que “las mujeres ya tenemos discriminación por ser mujeres, pero si le añadimos canas, kilos, discapacidad y otras circunstancias, sufrimos mayor invisibilidad pese a que vivimos más años”. Por ello, avisó de que la situación de las mujeres mayores con discapacidad no es nueva, “sino que el coronavirus la ha empeorado y la ha dejado, todavía más, al descubierto”.

En relación con las residencias, reprochó que “nadie haya hecho nada por cambiar su funcionamiento” tras la primera ola de Covid, cuando “la soledad y el aislamiento eran lo único que veían las personas mayores” en los centros. “¿Por qué no se pueden hacer grupos burbuja por ejemplo?”, se preguntó Vázquez, quien aclaró que “la culpa” del aislamiento y de la falta de atención sanitaria de las personas mayores contagiadas “no es de los profesionales, sino de la falta de medios y de personal”.

LOS DERECHOS NO CADUCAN

En este sentido, Pilar Rodríguez, presidenta de la Fundación Pilares para la Autonomía Personal, exigió que las medidas que se adopten para hacer frente a la pandemia “tengan en el centro” a las personas mayores y especialmente a las mujeres. De esta forma, denunció la “violación de derechos” que sufren las mujeres mayores y resaltó que “nuestros derechos no caducan con la edad, aunque vivamos 100 años”.

También aprovechó su intervención para arremeter contra las “vulneraciones de derechos” que sufren las mujeres mayores en ocasiones, como la imposibilidad de decidir sobre su propio patrimonio, cómo relacionarse libremente o poder disfrutar de su sexualidad.

En este contexto, Pilar Ramiro, miembro de la Comisión de Envejecimiento Activo del Cermi Estatal, llamó a reflexionar sobre la situación en la que se encuentran las mujeres mayores con discapacidad y criticó que esta parte de la población sufra “tanta invisibilización” pese a que es un colectivo “muy numeroso”. Ante la segunda ola de la pandemia, pidió que se planteen opciones como trasladar a mujeres mayores a hoteles o facilitar que puedan salir a la calle, “sobre todo, porque se nos dice que en espacios abiertos se corre menos riesgo de contagio”.

En todo caso, exigió “tomar las medidas necesarias para que no sigamos muriendo de coronavirus" e instó a replantear el modelo residencial actual para que existan alternativas residenciales con más apoyos para la autonomía personal.

Por otro lado, Juan Manuel Martínez, presidente de la Confederación Española de Personas Mayores (Ceoma), explicó que, aunque el 75% de las personas mayores son mujeres, “consumen menos recursos de atención sanitaria, incluidas las que tienen discapacidad”. Asimismo, lamentó que, pese a que la mujer “está en el centro del ejercicio de los cuidados, cuando llegan a edades avanzadas, sufren mayor soledad y aislamiento”.

ENTORNO RURAL

Donelia Roldán, senadora del PSOE y vicepresidenta primera de la Comisión de Igualdad de la Cámara Alta, centró su intervención en la situación de las mujeres con discapacidad que residen en el entorno rural, que calificó de “preocupante”.

En su opinión, se debe “luchar” para que los transportes lleguen a estos domicilios, al igual que la atención sanitaria, la eliminación de barreras y la libertad de elegir vivir en su entorno. “Nos queda todavía mucho por conseguir, pero por aquí pasa el futuro”, apostilló.

El webinario contó también con la intervención de Roberto Rojas, jefe de Sección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad en el departamento de Inclusión Social de la Organización de Estados Americanos, primera organización regional internacional en contar con una convención en defensa de los derechos de las personas mayores. Dicho tratado ha sido ya firmado por siete Estados y, según afirmó Rojas, cuando sea ratificado por diez países, se podrá crear un comité de seguimiento y evaluación.

Este experto también resaltó que “con el paso de la edad, las personas mayores tienden a adquirir algún tipo de discapacidad y son víctimas de múltiples tipos de discriminación”. Según expuso, esta situación se agrava en el caso de las mujeres, porque sufren factores como menores ingresos por haberse dedicado a trabajos domésticos.

MOCHILA DE VIVENCIAS

Con esta idea coincidió Manoli Carrión, referente estatal de los Mayores de la ONCE, quien declaró que más de la mitad de afiliados a la ONCE son personas mayores y, por eso, valoró que “tienen una mochila de conocimiento y vivencias enormes”, pero “sin embargo, sufren gran discriminación”.

Carrión apuntó que “a las mujeres mayores con discapacidad no se nos puede discutir nuestro carácter transformador”, al tiempo que detalló el trabajo que desde la ONCE se realiza en favor de las personas ciegas mayores para luchar contra lacras como la soledad.

En el encuentro también se contó con el testimonio en primera persona de Lourdes Montorio, quien expuso su testimonio en primera persona y explicó que “los principales temores que hemos tenido las mujeres mayores con discapacidad” durante la pandemia han sido la soledad y “no saber adaptarnos a las nuevas tecnologías sin ayuda”. Además, criticó que a las personas mayores se les tenga “más encerradas solo por el hecho de ser mayores, porque seguimos siendo útiles”.

(SERVIMEDIA)
30 Sep 2020
DMM/mjg