Nacida en Olot (Girona) en 1914, Carme trabajó como enfermera durante los primeros años de la Guerra Civil hasta que se casó y se mudó a Vic (Barcelona) en 1951. Este año celebra su 111 cumpleaños, pero sigue siendo "joven de corazón" y también en la ONCE, organización a la que se afilió hace siete años, cuando ya era centenaria.

Para Carmen, pertenecer a la ONCE “es una ayuda muy grande". "Cuando me afilié, iba a algunas de las actividades que organizan, como comidas con otros afiliados y encuentros. Sé que siempre que necesite algo la ONCE estará ahí para ayudarme", declaró. "Eso me aporta mucha tranquilidad; a mí y a mi familia”.

SENCILLA Y FELIZ

Carme cuenta su vida de una manera muy sencilla: “Fui al colegio, estudié para ser enfermera, trabajé como enfermera hasta que me casé, tuve hijos, tengo nietas y eso es todo. He tenido y aún tengo una vida muy normal y tranquila, pero siempre he intentado ser muy feliz”. Según afirma, “no hay secretos” para un camino tan largo y lleno de vida.

Pasear por la plaza y pasar la tarde en ‘la tienda de las lanas’, donde hasta cuando la degeneración macular se lo permitió, iba a hacer punto y ganchillo. Su momento preferido es recibir visitas de familiares y amigos. Tiene un grupo de amigas que la visitan cada semana y con las que comparte conversaciones, risas y lecturas en voz alta.

En la actualidad, Carme vive en Taradell, con su hija Dolors, que le "cuida muy bien". "Estoy siempre acompañada y muy bien atendida. Tengo mucha suerte de tenerla”.

Hace un tiempo, Carme fue invitada a un congreso de la ONCE en Madrid y, aunque finalmente no se desplazó, quiso formar parte. Grabó un vídeo en el que decía “como soy demasiado joven no puedo ir al congreso. Tengo 108 años”. Cuando lo proyectaron, se oyó una voz que decía: “Ya me gustaría a mí estar así a esa edad”.

CELEBRACIONES

Como era de esperar, Carme celebrará estos 111 años como más le gusta, rodeada de amigos y familiares. Comenzará con una comida con toda su familia: hijos, nietos, sobrinos… casi una veintena de personas que la quieren y admiran. También hará una comida con sus médicos y médicas, una tradición que mantiene desde hace ya algunos años y que le encanta.

Finalmente, se reunirá para celebrar esta gran efeméride con las chicas de ‘la tienda de las lanas’ y los compañeros con los que hacía clases de inglés hace unos años.