“Le debo esta afición a un profesor de música del colegio de la ONCE de Sevilla”, explicó en una entrevista a la agencia de noticias Servimedia. “Creo que yo tenía 10 años cuando se presentó en clase con una cinta de casette en la que había grabado cantos de distintos pájaros y me quedé fascinado con todos esos sonidos”.

A partir de entonces, José Carlos hizo de ello su pasión y su vida y, sin falsa modestia, considera que tiene “un don para esto de los pájaros”. “Me apasiona tanto que nunca me ha costado esfuerzo”, mantiene al recordar que aprendió a distinguir los trinos de cada AVE “de forma natural, por placer”.

Por lo demás, reconoce no tener ninguna capacidad auditiva “fuera de lo común”. “No me gusta la música, por ejemplo, y no distingo un ‘do’ de un tortazo”, subraya con gracia sevillana. Sí admite que, “a base de entrenamiento, el cerebro aprende a ‘afinar’ y a ‘reconocer mejor los distintos trinos’”, pero esto “es algo más de la mente que del oído”.

“En realidad, los ciegos no oímos mejor así en general que el resto, solo que prestamos mucha atención a los sonidos, por la cuenta que nos trae”, reflexiona. “Lógicamente, esto hace que el sentido se desarrolle más".

José Carlos es consciente de que su ceguera no le ha permitido disfrutar de toda la parte de la ornitología relacionada con la observación, pero con escuchar el canto de las aves le es más que suficiente. Además, aduce, “si yo no fuese ciego, quizás nunca me habría metido en esto”.

UN LUJO

José Carlos adora salir al campo, perderse en la naturaleza y escuchar las aves, placeres que “los confinamientos han puesto muy difícil”. “Pasear al aire libre y escuchar los distintos pájaros me da la vida”, defiende. “Otra cosa que me gusta mucho es dejar grabadoras y recogerlas a los pocos días”, prosigue, para captar los distintos trinos a lo largo de toda una jornada.

“Y es que un mismo ave no suena igual si canta al amanecer que al atardecer”, ni tampoco “es lo mismo” si lo hace en campo abierto o entre las rocas. La temperatura, la humedad del ambiente, la orografía… son muchos los factores que influyen, según declara este experto.

A fin de cuentas, “los trinos van por el aire”, y este “cambia a cada segundo”. “A mí me gusta hablar por eso de paisajes sonoros”, que es “una maravilla que las aves nos pueden ofrecer”.

No en vano, uno de los últimos trabajos de Sires ha sido la grabación de un recorrido por los paisajes sonoros del parque natural de la sierra de Cazorla, aunque José Carlos ofrece también ofrece charlas, talleres y cursos sobre ornitología.

No está muy seguro, pero cree que fue un asistente a sus talleres quien facilitó su contacto a los directores de 7 y Acción, la productora de Pablo Motos y Jorge Salvador responsable de 'El Desafío'. “Yo ya había hecho cosas para la tele pero nunca con tanta publicidad”. Confiesa “haberse sentido muy a gusto” en la grabación del programa, y le gustaría “poder repetir”.

Tiene de hecho una propuesta para Pablo Motos. Nada menos que una sección semanal sobre curiosidades relacionadas con el mundo de las aves en 'El Hormiguero'. En su opinión, “la televisión generalista puede ayudar mucho” a dar a conocer la ornitología. “Por eso me ha gustado tanto participar en 'El Desafío'”.

“Yo entré en esto por pura casualidad, por un profe original”, rememora, “y si hablamos de las aves en la tele, seguro que a muchos niños y adultos les pica la curiosidad”. “Conocerlo es un lujo”, así que “vale la pena intentarlo”.