Así lo subrayan dos investigadores chinos en un restudio publicado en la revista 'Environmental Research Letters'. El calentamiento de la meseta del Tíbet en las últimas décadas se atribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero.

La meseta tibetana contiene los mayores volúmenes de hielo fuera del Ártico y la Antártida, y alimenta con agua a docenas de los principales ríos asiáticos. Sin embargo, el rápido calentamiento de la 'torre del agua' del planeta ha afectado significativamente al ciclo hidrológico regional y los servicios ecosistémicos, lo que ha llevado a notables retiros glaciares y geoamenazas como deslizamientos de tierra, flujos de escombros y estallidos glaciales en lagos.

"Una comprensión clara del calentamiento pasado de la meseta tibetana, particularmente la influencia humana subyacente, puede ayudar a anticipar e interpretar mejor los cambios futuros", apunta Tianjun Zhou, científico en el Instituto de Física Atmosférica (IAP) y el Centro CAS para la Excelencia en Ciencias de la Tierra de la Meseta Tibetana en la Academia China de Ciencias.

Para desentrañar y cuantificar las contribuciones relativas de diferentes forzamientos externos en el calentamiento observado, Zhou y su equipo utilizaron CMIP5, un archivo de modelos climáticos completos, en el que las simulaciones históricas son impulsadas por forzamientos externos individuales.

Con un análisis óptimo de detección y atribución de huellas dactilares, los investigadores indican que la influencia humana es el motor dominante para el calentamiento observado de la meseta tibetana (1,23°C entre 1961 y 2005), con los gases de efecto invernadero en particular contribuyendo aproximadamente 1,37°C, que fue ligeramente compensado por aerosoles antropogénicos.

Además, al comparar cuantitativamente observaciones y respuestas modeladas, el análisis indica que el conjunto CMIP5 tiende a subestimar la tendencia de calentamiento antropogénico en la meseta tibetana.

Teniendo en cuenta el calentamiento antropogénico subestimado en la meseta tibetana por los modelos climáticos globales actuales, el equipo fue más allá para corregir las proyecciones futuras utilizando el resultado de la atribución como una restricción observacional y encontró que la meseta tibetana probablemente se calentará más rápido de lo esperado en el futuro.

"Por ejemplo, bajo un escenario medio de emisión de carbono (RCP4.5), se espera que la meseta tibetana se caliente 2,25°C y 2,99 °C a medio plazo (2041-2060) y a finales del siglo XXI (2081-2100), que son 0,24°C y 0,32°C más que las proyecciones no corregidas, respectivamente", indica Wenxia Zhang, que concluye: "Esto implica una mayor pérdida de masa glaciar y un aumento adicional de los riesgos de geoamenazas en la 'torre de agua' asiática".