Tribunales

Los investigadores de la ‘caja b’ aseguran en el juicio que el PP pagó con dinero negro parte de la reforma de su sede

MADRID
SERVIMEDIA

El inspector jefe de la UDEF que investigó la ‘caja b’ del PP, Manuel Morocho, explicó en el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional que el partido pagó con dinero negro parte de las obras de reforma de su sede nacional de la calle Génova. El grupo de agentes que realizó la investigación compareció este jueves por segundo día en la vista y detalló el modo en que se pagaron las obras de cada una de las plantas del edificio.

Los agentes de la UDEF confirmaron el miércoles la veracidad de los ‘papeles de Bárcenas’ que consideran una auténtica contabilidad paralela dentro de la formación durante casi dos décadas. Se nutría de dinero negro que acababa engrosando las cuentas oficiales de los populares. El extesorero Luis Bárcenas la gestionaba, pero el dinero era del partido que se beneficiaba de esa financiación ilegal.

Según explicó Morocho el miércoles, el PP manejaba “fondos de efectivo ajenos al sistema económico legal” procedentes de empresarios, que luego afloraba en cuentas bancarias como donativos anónimos. Las cantidades se fraccionaban para un superar el límite legal de 60.000 euros y eludir así el control del Tribunal de Cuentas.

Una vez sentado por los peritos policiales que existió la ‘caja b’, este jueves el interrogatorio se centró en los detalles del pago de las obras de reforma que el PP realizó en su sede entre los años 2005 y 2010. El análisis de las cuentas se ha hecho por plantas. Las cuentas de los trabajos realizados en la sexta planta no arrojan sospechas, pero el sistema de facturación cambió a partir de ese momento para el resto de las obras.

El modelo de pago cambió con la remodelación de la planta baja. La documentación emitida por la empresa Unifica, encargada de las obras, se “duplicó” generando dos certificaciones de final de obra, una de las cuales incluía trabajos imprevistos y un aumento del monto final de la factura. Por este sistema el PP llegó a pagar 184.000 euros en dinero negro, una cifra que coincide con un apunte de los ‘papeles de Bárcenas’ que consigna esa cantidad bajo el concepto “arquitecto Gonzalo Urquijo”. En esta planta se pagaron otros 480.000 euros en dinero negro, lo que elevó la suma a 664.000 euros.

En la reforma de las plantas segunda, quinta, tercera y cuarta, que se ejecutaron en este orden se siguió el mismo patrón de realización de dos certificaciones por distinto importe. Unifica libraba la factura por el importe de la más baja y cobraba la diferencia con la más alta, que contenía con coste real de la obra, en dinero negro. Los pagos fueron registrados por Bárcenas en la contabilidad paralela atribuyéndoselos al arquitecto Gonzalo Urquijo.

Con este sistema se pagó a “Gonzalo (arquitecto)” 258.000 euros en marzo de 2008 por los trabajos realizados en la quinta planta. En julio de se mismo año se le entregó a “G.U.” un total de 235.000 euros por la tercera planta, y en diciembre otros 200.000 por la cuarta planta de Génova 13.

El inspector Morocho explicó que el modelo se modificó en 2009, con la reforma de la planta séptima. En ese momento Bárcenas dejó de ser el tesorero de la formación tras ser imputado por la ‘trama Gürtel’. En este caso, los pagos se fraccionaron en ocho facturas que se libraron de acuerdo con las cantidades presupuestadas y no con la certificación de final de obra, lo que los investigadores consideran una “anomalía”.

A continuación, el inspector analizó la contabilidad de Unifica y la actuación de sus socios, Gonzalo Urquijo y Belén García, ambos acusados en este juicio. Los agentes detectaron dos cajas de seguridad en una entidad bancaria a nombre del arquitecto. Morocho destacó que Urquijo hizo sendas visitas a esas cajas los mismos días que recibió el pago de 258.000 euros por el fin de la obra de la quinta planta y 195.000 euros por la de la segunda. Además, pedían a sus proveedores facturas falsas para reducir el IVA. Dentro de esa práctica los investigadores inscriben por ejemplo uno de los correos internos en que se leía "con esta tabla hacemos b unos 60.000 euros y nos quitamos unos 11.000 de IVA".

Los dos socios del estudio de arquitectura tenían cuentas opacas en Canadá, Luxemburgo y Suiza y se acogieron a la regularización fiscal de 2012, en la que cada uno de ellos abonó a Hacienda 109.000 euros.

(SERVIMEDIA)
15 Abr 2021
SGR/clc