Así lo subrayó en una entrevista en Servimedia con motivo de su visita a Madrid para conocer distintas áreas de ILUNION y Fundación ONCE. “La realidad material es que, a partir de la Agenda 2030 y de los ODS, existe una ventana de oportunidad a pluralizar el espacio público. Existe una demanda y una exigencia social a que las ciudades, no sólo Barcelona, todas las ciudades europeas, den un paso al frente para hacer más humano el espacio público, menos a medida del coche y del transporte privado y más a medida de las personas. Y esto implica hacer un diseño que integre ya de origen la pluralidad de las personas”, dijo.
Riera, también presidente del Instituto Municipal de Personas con Discapacidad de la Ciudad Condal, apuntó que “el ciudadano medio ya no existe”: “Todo el mundo es plural, todo el mundo tiene su característica propia y su singularidad. Con lo cual hay que diseñar el espacio público ya de origen adaptado en términos de accesibilidad universal y que sea usable para todos”.
Según el concejal, los esfuerzos deben centrarse en conseguir “un espacio público más amable, que no sólo sirva para ir de casa al trabajo”, sino que también sea un lugar “para jugar”, para “conversar” e, incluso, “para protestar”. “El ágora de la ciudad”, recalcó.
“Si no somos capaces de integrar el concepto de accesibilidad universal estaremos excluyendo. No hay término medio: o se integra o se excluye”, revindicó.

LA COVID-19 ACELERA
En su opinión, la pandemia de la Covid-19 “ha acelerado procesos” en cuanto a la “humanización” de los espacios públicos: “Cosas que íbamos a hacer en cinco años, las hemos hecho en cinco meses”.
No obstante, Riera avisa de que la ‘nueva normalidad’ “no debe tener nostalgia” de la vida que imperaba antes de la pandemia, y que ciudadanía y autoridades tienen que “ser capaces de sacar las cosas buenas” de esta crisis del coronavirus, como la importancia de la relación humana y del contacto físico.
En este contexto, el regidor apuntó que la estrategia para la soledad en la que estaba trabajando el Ayuntamiento de Barcelona cuando irrumpió el coronavirus “ahora es urgente” y que es un proceso que también hay que acelerar para llegar a 2022 sin excluir a nadie.
“Es momento de creatividad, de dar vía libre a los creativos y desarrolladores, que nos hacen la tecnología más humana y amable”, añadió, porque esos empleos basados en la creatividad “pueden aportar muchísimo al nuevo cosmopolitismo” que, en su opinión, practican desde el gobierno local de Barcelona.