Así lo recalcó durante la intervención que protagonizó este encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum y que protagonizó el presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, y que se centró en el problema de la soledad.

“La gente se cree que nuestros 19.000 vendedores solo venden boletos. Lo que más hacen en las calles es escuchar, no oír. Hay que saber escuchar y se han vuelto unos auténticos profesionales, con un toque de psicología, para escuchar cada día a personas que no tienen con quién hablar”.

“Qué importante es tener a alguien que les quiera y les dé un poquito de amor. Tenemos unas mala costumbre de querer a medias”, dijo Carballeda sobre los “centinelas de la ilusión” que venden el cupón de la ONCE.

El estudio ‘La soledad en España’ que se publicó en 2015 con el patrocinio de Fundación ONCE y Fundación AXA, refleja que alrededor del 20% de los mayores de 18 años en España viven solos y que la mitad del 80% de quienes viven con otras personas sienten algún tipo de soledad con frecuencia, lo que los expertos llaman “soledad acompañada”.

Carballeda subrayó que la ONCE lucha contra la exclusión y la soledad desde que se creó hace más de 82 años y revindicó la importancia de cumplir años, “pero sobre todo hacerlo con dignidad y calidad de vida”, también en las personas con discapacidad. Por ello, indicó, su organización trata de “atender” especialmente a los mayores con ceguera, que suponen la gran mayoría de la población afiliada a la organización.

“Cuando se es mayor, se está solo en casa y se tiene una discapacidad como la ceguera, puede ser la vida muy triste. Además, nos visita una pandemia que no nos deja salir de casa hay que reaccionar y la ONCE afortunadamente lo ha hecho: deprisa y corriendo, buscamos soluciones, adaptándonos a las circunstancias y prestar ayuda a la gente, que ha pasado por educar a nuestra gente en el mundo de las nuevas tecnologías”, explicó.

Para ello, la ONCE ha impulsado cursos de formación y conexiones en grupo de forma telemática para que sus afiliados aprendiese a hacer videollamadas y no sentirse solos. “Hace milagros querer hablar con el nieto y la nieta y adaptarse a las nuevas tecnologías. La pandemia nos ha hecho cambiar también en eso”, aseguró.

A ello hay que añadir que la organización ha tratado de llegar a sus afiliados con sus profesionales de servicios y el centenar de trabajadores sociales en todas las ciudades del país.