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Fondos europeos

Otis pide financiación ‘blanda’ del ICO para ayudar a las familias a hacer accesibles 1,5 millones de edificios sin ascensor

- Aconseja lanzar dichas actuaciones aprovechando los fondos europeos y que se desvinculen de las rehabilitaciones energéticas

VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace http://servimedia.tv/OtisRehabilitarViviendas

MADRID
SERVIMEDIA

Otis cree que el Gobierno debería crear “una dotación económica suficiente” como para activar a través de la banca créditos ‘blandos’ del Instituto de Crédito Oficial (ICO), con entre un año y tres de carencia en intereses, para que todas las familias puedan encarar el coste que supone instalar un ascensor y convertir así en accesibles los 1,5 millones de edificios que actualmente carecen del mismo en España.

Así lo indicó el director de Proyectos Especiales y Nuevas Instalaciones de Otis, Luis Miguel Alcázar, en una entrevista a Servimedia, convencido de que se abre una buena oportunidad para dar soluciones así a familias, a menudo “humildes” y que a la vejez tropiezan con serias dificultades de movilidad, con los futuros recursos que llegarán al país del NextGeneration UE.

El responsable de Proyectos Especiales y Nuevas Instalaciones de Otis lamentó que, en materia de accesibilidad, se cometen con frecuencia dos errores: dar ayudas a fondo perdido y meter las reformas para instalar ascensores dentro de un pack de obras para rehabilitar edificios y mejorar su eficiencia energética, sin permitir establecer prioridades.

“Generalmente cuando arrancan los sistemas de ayudas van a fondo perdido, son inversiones en dinero que van a un saco de ayudas y que se pierden a lo largo del tiempo”, indicó, frente a la solución que, a su juicio, sería más efectiva de un crédito ‘blando’ del ICO o similar, donde los recursos “retorna de nuevo a la masa para que se pueda volver a prestar” cuando se devuelven.

Según explicó, las familias tienen, a menudo, un problema de pago al mes, “pero con 50 euros al mes, con suficientes años para poder abordar esta inversión serían capaces de eliminar una barrera arquitectónica”, cuya supresión puede comprometer a la comunidad de vecinos entre 60.000 y 140.000 euros, dependiendo de la complejidad en la instalación si tiene, por ejemplo, espacio o no para su instalación.

“Con 100.000 euros de ayuda, dando un programa de financiación a mis clientes, sería capaz de montar 10 ascensores”, infirió, subrayando que, a diferencia de la subvención a fondo perdido, esta fórmula podría “volver a utilizarse en acción social” a la devolución del crédito.

Si se optase por la fórmula tradicional de ayuda, abogó por que sea suficientemente efectiva o “equivalente a su necesidad, que podría estar entre el 70% de la inversión y de la instalación de ascensores” en determinados casos.

A juicio del directivo esta fórmula y el propio hecho de contemplar medidas específicas para mejorar la accesibilidad sería proyectos elegibles para los fondos europeos, ya que “no es un gasto en sí, sino una inversión”, que supone la “regeneración de la vivienda” y tiene “la capacidad de generar empleo” en la industria.

Alcázar advirtió del “problema” que suele cometerse con todos los fondos que vienen de Europa en materia de vivienda, que “meten en un solo saco dos problemas que son muy diferentes: el acondicionamiento energético de las viviendas y las barreras arquitectónicas”.

“El aislar un edificio de viviendas, hacer toda una fachada, poner ventanas.., requiere una inversión enorme y, a lo mejor, con la inversión de un edificio se eliminan las barreras arquitectónicas de diez edificios, se ponen 10 rampas o diez ascensores o lo que queramos decir”, señaló.

En opinión del directivo tendrían que separarse ambos objetivos. “Yo esperaría que hubiera un criterio de priorización de acciones que permitieran solventar los problemas más graves lo antes posible y luego atacar la segunda línea”, defendió, indicando que, en caso contrario, se consumirán incontables años hasta que todos los edificios sean accesibles.

“Nosotros todos los años llegamos a hacer una intervención en 3.000 edificios para la instalación y eliminación de barreras arquitectónicas, pero 3.000 a 3.000 hasta llegar al 1,5 millón, es que cuando echas cuentas no nos salen por mucho que intentemos hacer porque no hay esa ayuda”, ilustró.

En un cálculo rápido animó además a dimensionar el problema multiplicando esos 1,5 millones de inmuebles por 8 familias por bloque y por tres miembros por hogar. “Imaginaros la cantidad de personas que hay afectadas”, remarcó, convencido de que “la necesidad de la movilidad se convierte en crítica” cuando además la población envejece sin poderse mudar.

“No hay una priorización de necesidades. ¿Qué es más importante en la vida de los vecinos? ¿Poder bajar a comprar el pan o que te aíslen la ventana? Ese es un debate importante: dentro de las necesidades vitales ¿qué es más importante abordar?”, desafió a contestar, alentado además a que no se priorice las “modernizaciones de barriadas” en los programas de eliminación de barreras arquitectónicas con cargo a fondos europeos sino a las actuaciones “más esenciales”.

(SERVIMEDIA)
20 Jun 2021
ECR/pai/gja