Sector financiero

Huertas avisa del “error” de quitar el factor de sostenibilidad en las pensiones sin crear un mecanismo compensador y pide fomentar el ahorro privado

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, alertó este jueves de que “sería un error” suprimir el factor de sostenibilidad en las pensiones sin introducir otro mecanismo que ayude a adecuar las prestaciones a la realidad, aunque precisó que el Gobierno y los agentes sociales han anunciado la creación de un índice de equidad intergeneracional para tal función.

Su valoración la efectuó durante su intervención en el ‘XXXVIII Seminario de la APIE: La Economía de la Pandemia', organizado en la UIMP por la APIE y con la colaboración del BBVA, donde defendió la necesidad de fomentar el ahorro privado para complementar las pensiones públicas, favorecer el trabajo activo entre las personas mayores y criticó la retirada de incentivos a los planes de pensiones privados individuales.

El factor de sostenibilidad es un mecanismo previsto en el sistema público de pensiones que interviene en el cálculo de la prestación, con intención de adecuarla a la esperanza de vida, de tal forma que el alargamiento de la expectativa de vida provoca una disminución de la pensión que se fije en el momento de la jubilación. En España fue introducido en el 2011 con intención de aplicarlo en el 2019, pero se congeló un año antes.

Huertas abogó por “hacer un esfuerzo” para que el nuevo mecanismo vaya en la dirección de ese objetivo porque, “simplemente, incrementando las pensiones con la inflación y eliminando ese factor de sostenibilidad, no vamos a arreglar nada” y “el problema seguirá estando”, o “estaremos retrocediendo”.

Durante su intervención se mostró “razonablemente satisfecho” sobre cómo avanzan las discusiones del Pacto de Toledo, afirmando que todo lo que sea “favorecer o a garantizar” la sostenibilidad del sistema de pensiones, “es bienvenido”.

Sin embargo, apuntó que la reclasificación en las cuentas públicas respecto a los gastos impropios, de alrededor de 29.000 millones anuales, “no soluciona el problema” ni va a mejorar la situación si solo es cambiar de un capítulo a otro.

A su juicio, la situación solo puede “empeorar” si no se dirige bien la reforma porque cada vez se vive más y hay un problema claro en el mercado laboral de “precariedad” y salarios bajos, sobre todo entre los jóvenes, y al que hay que sumarle el déficit estructural que arrastra el sistema. En apoyo de esta situación indicó que, según el Banco de España, un pensionista recibe 1,74 euros por cada euro cotizado. “No hay otro sistema más rentable ni en España ni en el mundo de inversión”, ironizó, añadiendo que los nuevos jubilados entran cobrando además más.

“No voy a discutir la generosidad del sistema. Yo creo que tiene que ser todo lo generosa que se pueda y creo que hay que pensar que hay que continuar revalorizando las pensiones hasta donde se pueda”, matizó, pero subrayó que “cada vez hay menos margen” entre los que ganan por su trabajo y los que reciben la prestación, siendo este colectivo último creciente.

Reconoció que subir la tasa de ocupación desde el 60% actual al 80% podría bajar un 5% el gasto en pensiones sobre PIB, pero afirmó que la posibilidad de subirlo “milagrosamente” es “muy, muy remota” ya que antes de la crisis del 2007 estaba en el 63%. Y si bien admitió que logra mejorar y aumentar la empleabilidad es un “reto”, abogó por no confiar a que eso pueda ser posible de la manera más teórica y “hay que pensar que hay que buscar soluciones adicionales”.

INCENTIVAR EL AHORRO

En concreto reclamó “pensar en un modelo diferente de ahorro-previsión complementario, no sustitutivo, que permita que los españoles puedan alcanzar una posición más confortable a la hora de su jubilación, similar a lo que tienen nuestros vecinos o en países del entorno”, en alusión a fomentar el ahorro privado individual y en el seno de las empresas.

Además, abogó por fomentar la empleabilidad de los mayores “para que esta población pueda seguir siendo consumidora y pueda seguir siendo productora” buscando soluciones más allá de lo que establece el propio Pacto de Toledo del retraso o el discernimiento de la edad de jubilación.

Para Huertas, el Pacto de Toledo “es una buena referencia de partida” y toca seguir trabajando en soluciones “más agresivas o más profundas”, ya que el ahorro doméstico es además muy modesto puesto que “apenas el 23% de los hogares tienen ahorro privado, que puede ser bastante, pero no es suficiente”.

En este sentido criticó la decisión del Gobierno de reducir los incentivos fiscales a los planes de pensiones individuales porque, “lejos de ayudar”, lo que están haciendo es “quitar interés a este ahorro a largo plazo, que es tan necesario para poder fortalecer las pensiones de nuestros mayores”. De hecho, estimó que ese cambio fiscal “va a suponer seguramente una pérdida de dos años” para el ahorro de los actuales trabajadores, ya que los que estaban ahorrando lo harán menos y el resto “no lo van a hacer porque van a ver que no tiene ningún interés fiscal”.

Además, pidió a Gobierno y agentes sociales ponerse de acuerdo para fomentar también el ahorro en el seno de la empresa para que “grandes capas de la población puedan ahorrar durante toda su vida laboral” como ha ocurrido en Reino Unido, que, al incentivarlo, han logrado ya acumular una hucha de más de 100.000 millones para la jubilación.

(SERVIMEDIA)
24 Jun 2021
ECR/gja