Evitar la forzosidad, a la vez que reducir las extinciones de contrato, habían sido puntos cruciales para los sindicatos que han retrasado el acuerdo al último minuto, tras jornadas maratonianas de negociaciones y la convocatoria de dos huelgas los pasados día 22 y 29 en contra de las condiciones y alcance del ajuste.

La propuesta final del banco supone reducir en 1.839 salidas o en un 22,18% el planteamiento inicial de casi 8.300 desvinculaciones, tras elevar CaixaBank desde 686 a 708 los empleados que podrán recolocarse en filiales del grupo. Hasta 570 serán recolocaciones directas y 138 en vacantes que se ofrecerán a toda la plantilla.

En paralelo, se reestructurará la red de sucursales con el cierre de unas 1.500 oficinas o casi el equivalente al 27% de la red actual.

MEJORA DE CONDICIONES

A lo largo de las conversaciones el banco ha ido mejorando las compensaciones económicas para la salida y la propuesta para homologar las condiciones laborales de la plantilla ahora fusionada con la suma de trabajadores de Bankia y CaixaBank.

Una clave para desatascar el acuerdo ha sido su propuesta de un detallado protocolo de adscripción al plan con el objetivo de conseguir que todas las salidas se realicen de forma voluntaria. Para ello y, con intención de lograr completar los cupos de excedentes, ha establecido diversas fases de adhesión voluntaria, así como medidas de movilidad geográfica y movilidad funcional.

Con el ERE se ofrece salir a empleados a partir de 52 años en condiciones de prejubilación. Para los que cuenten con 52 y 53 años y tengan una antigüedad superior a los 6 años ofrece una indemnización del 57% del salario fijo multiplicado por siete. El banco prevé hasta 750 salidas en este tramo de edad.

Para los de entre 54 y menos de 63 años y con un mínimo también de seis años en plantilla, donde espera que salgan un máximo de 1.750 personas, ofrece el 57% del salario bruto anual, con primas por adhesión de entre 18.000 y 28.000 euros, más varios seguros. Si la edad es de 63 años o superior ofrece una indemnización de 20 días por año trabajado, con un tope de 12 mensualidades.

Para aquellos con edad inferior a los 52 años o que no cuenten con la antigüedad exigible ofrece una compensación de 40 días por año con un tope de 36 mensualidades y primas por adhesión voluntaria de entre 23.000 y 13.000 euros según la antigüedad en plantilla.

El acuerdo prevé limitar la movilidad geográfica a un máximo de 75 kilómetros cuando esta sea necesaria para el plan de reestructuración de la entidad y como medida para mantener el empleo. Fuera de estas circunstancias, el límite se subirá desde los 25 kilómetros actuales a 40, pero con una compensación económica.

La última propuesta de la dirección incluye también algunas mejoras sobre la propuesta de modificación del plan de previsión social, por la cual los nuevos empleados que puedan incorporarse en el futuro pasarán a tener una aportación al plan de pensiones de la empresa.

RECOLOCACIÓN

A pesar del ajuste compensado, CaixaBank ha contratado a Lee Hecht Harrison (Grupo Adecco) y McKinsey para garantizar la recolocación de los empleados afectados por las salidas en otras empresas durante el tiempo que lo necesiten, con la añadida de volver a acogerse al programa si el nuevo puesto no responde a sus expectativas.

CaixaBank se apoyará en McKinsey para realizar un análisis del mercado laboral para buscar las nuevas oportunidades de empleo a escala local a corto y medio plazo en toda la geografía española, y en la filial de Adecco para recolocar a los trabajadores y formarlos en nuevas capacidades si fuese necesario.

VALORACIÓN SINDICAL

En los sindicatos UGT, CCOO y SECB subrayaron que se ha logrado el "mantenimiento de la voluntariedad en la salida", lo que "evita las medidas traumáticas" y despidos forzosos, tras meses de negociaciones. En UGT agregaron que, en la negociación, han logrado además "buenas condiciones económicas para la plantilla que abandona la empresa", a la vez que se "salvaguarda" la red rural para dar servicio a dicha población "evitando la exclusión financiera".

La presidenta de SECB, Begoña Peiró, expresó además su agradecimiento a la plantilla por apoyar "mayoritariamente" las propuestas reivindicativas solicitadas desde las secciones sindicales, dando "fuerza para continuar", y la unidad mostrada por los sindicatos para lograr una acuerdo "en este proceso tan complicado".

La secretaria de organización de CCOO en CaixaBank, Ruth Bolaños, secundó dichas afirmaciones, subrayando además que se logra "un acuerdo histórico sin salidas forzosas", que supone también un momento histórico para CaixaBank y "la negociación en este país".