El Ejecutivo autonómico señaló este domingo que los usuarios de este centro, propiedad de la Comunidad de Madrid, son personas dependientes mayores de 60 años, una edad que se reduce hasta los 55 en el caso de personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer.

De las 200 plazas que tiene el complejo, 160 corresponden a la residencia, especializada en el alojamiento y atención a mayores afectados de deterioro cognitivo de leve a grave. Las otras 40 plazas corresponden al centro de día, un recurso especializado de atención diurna cuyos usuarios también presentan leves problemas de memoria que limitan su autonomía. Está preparado para atender a personas encamadas y con graves trastornos de conducta y es accesible para los usuarios de silla de ruedas.