La federación ha recibido la denuncia por parte de esta persona, quien, tal y como relata, voló el pasado jueves con esta aerolínea para cubrir el trayecto Madrid-Palma de Mallorca. Previo al despegue y tras la facturación de la silla en la bodega del avión, un trabajador de la compañía desconectó la batería, lo cual produjo la rotura de su sujeción, así como la de los carriles de paso y todo el sistema eléctrico.

Tras el aterrizaje y al sentarse en ella, el cliente se dio cuenta del estado de la silla e hizo la correspondiente reclamación. Al no haber en la zona un taller abierto en fin de semana, el cliente se vio obligado a retrasar el arreglo de la silla a su vuelta a Madrid, el domingo 18 de julio.

“Es vergonzoso que situaciones de estas características se sigan produciendo sistemáticamente”, afirmó el presidente de la federación, Javier Font. “Estamos hartos de que se repitan situaciones de estas características todos los veranos y compañías como Air Europa digan que lo van a arreglar, pidan disculpas, pero todo siga igual”, añadió.

El incidente se agravó a la vuelta, cuando la línea aérea no le permitió acceder al avión, así como el facturar su silla, ante el estado de ésta y requirió al cliente el arreglo de la batería para poder volar, lo que supuso tener que reparar toda su organización de logística y asistencia personal, pues esta persona tiene un grado de discapacidad del 84%.

La entidad tacha de deplorable esta situación, ante “la falta de atención y empatía por parte de Air Europa, al destrozar la silla de ruedas e impedir el viajar a Madrid por un incidente que había provocado la propia aerolínea".

Recrimina también “la lamentable actitud con respecto al hecho de que la silla de ruedas de una persona con discapacidad es parte de su cuerpo y exige una explicación de los hechos acontecidos”. Además, recalca la necesidad de un protocolo específico y eficiente dentro de cada compañía para el transporte de las ayudas técnicas y para las situaciones de avería, como es la de este caso.