En una operación conjunta de la Guardia Civil, el Ministerio del Interior y la Europol, se realizaron 13 registros en Málaga, Sevilla y Cádiz, donde se incautaron 280 kilogramos de hachís y 500 de marihuana, así como 68.000 euros en efectivo, joyas valoradas en 400.000 euros, 12 vehículos valorados en 850.000 euros, tres armas, 50 teléfonos y distinto material electrónico e informático.

La operación se inició en abril del 2020, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de un robo con intimidación perpetrado en la localidad sevillana de Lebrija, donde tres vehículos cerraron el paso a una furgoneta de una empresa de paquetería. Una vez en el arcén, se bajaron varios individuos fuertemente armados y se llevaron el vehículo.

Cuando la Guardia Civil se personó en el lugar de los actos, el conductor de la furgoneta manifestó ser un ciudadano alemán que trabajaba para una conocida empresa de transporte. Ante la sospecha de los agentes, contactaron con la empresa y esta les comunicó que ni la persona ni el vehículo mantenían ningún tipo de relación con ellos.

Por ello, los agentes investigaron y, con la información que recibieron de otras policías europeas, conocieron que, unos días antes, el conductor de la furgoneta había sido detenido en Francia cuando llevaba una furgoneta, rotulada igual que la anterior, en la que transportaba 154 kilogramos de marihuana y 30 de hachís.

De este modo, los agentes constataron que la organización se desplazaba en distintos vehículos, sobre todo de alquiler y rotulados igual que los de las conocidas empresas de logística. Además, para transportar la droga utilizaban un vehículo lanzadera para advertir de la presencia policial y otro que iba detrás de la furgoneta caracterizada que hacía funciones de seguridad.

En marzo de este año, los investigadores detectaron un camión que partió de una de las naves que estaba siendo vigilada, por lo que se realizó un “discreto seguimiento”. Finalmente, se le dio el alto antes de salir de España en el peaje de Irún. En el interior de la maquinaria de frío industrial que transportaba se hallaron 280 kilogramos de hachís y 65 de marihuana.

Asimismo, tras seguir con las investigaciones, los agentes constataron que la organización estaba perfectamente organizada y jerarquizada y liderada por un ciudadano alemán, residente en el Puerto de Santa María (Cádiz), y como lugarteniente un ciudadano de nacionalidad española que era el hombre de total confianza del anterior. Le seguía en importancia otra persona que era el encargado en el alquiler de vehículos, naves y organizar la logística.

Además, la organización contaba en su plantilla con los conductores de los vehículos encargados del transporte, personal de vigilancia y protección, mecánicos para realizar dobles fondos, productores de marihuana y los que conseguían el hachís.