Dicho servicio, “confidencial y gratuito” y que es atendido en 17 idiomas diferentes, incluye atención al embarazo, parto, postparto, métodos anticonceptivos o consulta ginecológica, según anunció este miércoles UNAF en un comunicado en el que su presidenta, Ascensión Iglesias, defendió que la mediación intercultural resulta “esencial” para “garantizar” el acceso a un derecho “fundamental”, como es el derecho a la salud, porque, a su entender, “fortalece el diálogo y la comunicación" entre usuarias y profesionales de los servicios públicos sociales y sanitarios.

La organización puntualizó que se trata de iniciativa “pionera” en España, ya que, aunque la mediación intercultural es un recurso “fuertemente demandado” tanto por profesionales sanitarios y sociales como por las mujeres migrantes, “no se cubre desde ningún recurso público ni privado de forma accesible y gratuita”.

Con este nuevo servicio, apoyado por la Comunidad de Madrid, UNAF busca “atender esa necesidad”, que, según su criterio, “va mucho más allá de una interpretación lingüística” y que ofrece “un espacio de acercamiento y reconocimiento entre las partes” y, además, “facilita relaciones de confianza y constituye un agente de transformación social”, promoviendo la interculturalidad, la convivencia y la cohesión social y “jugando un rol de cambio clave en las relaciones de género”.

Para su puesta en marcha, UNAF ha llevado a cabo una formación especializada con mediadoras interculturales “con gran experiencia y de orígenes étnicos y culturales muy diversos”, que han compartido su experiencia de más de una década en la promoción de la salud sexual y reproductiva con enfoque de derechos humanos, intercultural y de género.

CONDUCTAS SALUDABLES

UNAF resaltó que con este proyecto pretende también “contribuir a promover conductas y actitudes saludables en sexualidad”, además de “adoptar medidas preventivas”, mejorar la atención y facilitar el diagnóstico en procesos de salud y enfermedad, el seguimiento y uso de los tratamientos, la atención prenatal, el acompañamiento al embarazo, al parto y el postparto “de forma más eficiente desde el conocimiento y la comprensión, garantizando el derecho a la salud sexual y reproductiva de todas las mujeres”.

Para la organización, la salud sexual y reproductiva constituye “un ámbito central” en las necesidades de salud de todas las mujeres y está “fuertemente condicionada” por las desigualdades de género, a las que, a su entender, “se añaden la diversidad cultural y las barreras idiomáticas”.

Según su experiencia, “muchas” mujeres no acuden por estos motivos a la consulta ginecológica más que en casos de urgencia y tienen “numerosas carencias” en cuanto a información sobre métodos anticonceptivos, planificación de embarazos y prevención de enfermedades de transmisión genital.