Los tres, juntos en un mitin después de quince años, protagonizaron junto al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, uno de los actos centrales de esta campaña, ante unas 25.000 personas en el velódromo de Dos Hermanas, en Sevilla.

Si ya en otro acto con González dijo que le resultaba “muy difícil cantar después de Camarón”, este sábado Rubalcaba se quejaba en el atril de que le habían puesto a los Beatles, “mucha tela” tomar la palabra después de dos dirigentes “insustituibles” y con una “insuperable hoja de servicios para con España”.

“No me parezco en nada a Rajoy”, proclamó Rubalcaba, aunque una señora le gritó que se afeite la barba, y prueba de ello es que “a mí me mandó Felipe y a él Aznar”, y el líder del PP “esconde” al ex presidente porque le da “órdenes” mientras que él está “muy orgulloso” de los “consejos” que recibe de González.

Andalucía sabe de solidaridad y de cómo superar dificultades, aseguró Guerra, y González recordaba que en esta tierra “arrancamos el gran cambio” de 1982 y son esos mismos valores los que siguen vigentes para encontrar el camino frente a la crisis económica.

Tanto González como Guerra hablaron de ETA, un asunto que Rubalcaba omite completamente en todos sus actos, y lo hicieron precisamente para poner en valor su gestión en Interior y contrastarla con la del PP, cuyo presidente José María Aznar llegó a reconocer a la banda como “Movimiento Nacional de Liberación Vasco” antes de autorizar un diálogo “sin condiciones”.

Pero los tres coincidieron en el diagnóstico de la crisis y en la necesidad de hacerle frente preservando la solidaridad y reforzando los pilares básicos del estado del bienestar, especialmente la educación y la sanidad.

No es lo mismo, reiteró Rubalcaba, salir de la crisis con un gobierno del PSOE que con uno del PP, y por eso llamó a los descontentos con un mensaje muy claro: “la indiferencia no construye nada, no da becas”, y en las próximas elecciones hay que elegir a unos o a otros.

Los sistemas de sanidad y educación se pueden defender con el voto en las elecciones, insistió Rubalcaba, evocando una y otra vez los valores y principios de igualdad, solidaridad, equidad, que han guiado siempre la acción de los socialistas, desde Pablo Iglesias, y que siguen vigentes.

EMPLEO

Su mensaje sigue insistiendo también en la necesidad de acompañar los ajustes del gasto en la zona euro con políticas de impulso al crecimiento económico para evitar un círculo vicioso que imposibilita la creación de empleo.

Guerra llegó incluso a cuestionar la conveniencia de mantener en el 3% el límite de déficit de la zona euro, y González coincidió expresamente con Rubalcaba en esa necesidad de desplegar políticas que incentiven el crecimiento y la creación de empleo.

“Mientras los que hemos perdido el margen de maniobra vamos haciendo el ajuste”, decía González, los que aún tienen ese margen deben “hacer políticas de inversión y creación de empleo”.

En su opinión, “la obsesión por la deuda está matando a la economía impidiendo el crecimiento, y si no hay crecimiento tampoco se pagará la deuda”. Es como seguir recentando una cura de adelgazamiento a quien padece anemia y lo que necesita son vitaminas, sentenciaba después Rubalcaba.

González recordó que durante su etapa de gobierno se universalizaron la sanidad y la educación a pesar de que la renta per cápita era de apenas 5.000 dólares “mal repartidos”, y ahora “no hay derecho” a decir que no se puede pagar y hay que recortar prestaciones, cuando la renta supera los 31.000.

Lo dicen, denunció, porque hay “un negocio de 5.000 millones” si al sistema sanitario “se le quita la crema”, la gente con dinero y sin enfermedades graves o crónicas accede a sistema privado, y los demás a un “sistema degradado de sanidad pública” al estilo del modelo de Estados Unidos.

Por lo demás, se mostró convencido de que el programa del PP no está oculto, simplemente “no lo tienen”, porque la premisa de Rajoy siempre ha sido “no te muevas para no equivocarte” y eso mismo hará si gana las elecciones, moverse “por sus instintos, que buenos no son”.

BIENESTAR

La educación y la sanidad son los pilares básicos del estado del bienestar que el PSOE se compromete a defender frente a la amenaza que, aseguran, encarna el PP, y todos junto a Griñán pusieron a Andalucía como modelo de gestión y prestación universal en ambos ámbitos.

González defendió a Rubalcaba como alguien que siempre ha llevado “hasta el final” sus gestiones en cualquier responsabilidad mientras Rajoy “ha dormido la siesta”, y pidió a los ciudadanos que reflexionen sobre si realmente están dispuestos a encomendar la batalla contra la crisis “aquí y en Bruselas” a quien sólo es recordado “por el "Prestige" y los hilillos”.

Para colmo, explicó, dicen que quiere poner en Exteriores a Miguel Arias Cañete, y en economía podría estar “Tontoro”, Cristóbal Montoro, que encabeza como Guerra la lista al Congreso por Sevilla. “¿Te ganará?”, preguntó con una sonrisa a su ex vicepresidente, “no creo”, respondió él mismo.

González llamó a los socialistas a movilizarse para ganar las elecciones de ahora y las andaluzas de marzo, porque “si con setenta años no ganamos en Andalucía, entonces sí que me retiro y me voy a Honolulu”.

En 1996 se hablaba de “vuelco” en Andalucía, recordó Griñán, pero el PSOE acabó ganando en esa comunidad con once puntos y medio sobre el PP, simplemente porque “un ratón no puede votar a un gato” y los ciudadanos están empezando a leer “la letra pequeña del PP”.

“Podemos quedarnos en el inconformismo, en la indignación paralizante, que los mercados sigan escribiendo el guión, o podemos coger el toro por los cuernos, mantener lo que tenemos y conquistar el futuro, y sólo hay una opción capaz de llevar la nave en esa dirección”, sentenció.