La entrada en secreto en España del secretario general del Frente Polisario, Brahim Ghali, que permaneció 54 días internado en un hospital de Logroño aquejado de Covid, motivó la respuesta de las autoridades marroquíes, que propiciaron la entrada masiva de migrantes en Ceuta el 17 de mayo, en un episodio en el que cruzaron la frontera de manera irregular más de 8.000 personas.

Durante toda la crisis, la entonces ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, reiteró el derecho de España a ejercer la acogida humanitaria del líder del Frente Polisario, pero a la postre, el incidente le costó el relevó en el cargo a favor de José Manuel Albares, que el 12 de julio, durante la ceremonia en la que recibió la cartera ministerial de manos de su predecesora, marcó entre sus objetivos “reforzar” las relaciones con Marruecos.

Con una única conversación telefónica mantenida el 21 de septiembre por José Manuel Albares con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, la relación entre Madrid y Rabat ha mejorado en apariencia, pero sin grandes avances de cara a la opinión pública.

A pesar de ello, el Ministerio de Defensa que lidera Margarita Robles obvia las circunstancias en el ámbito diplomático y mantiene la colaboración con las Fuerzas Armadas marroquíes, como se ha visto en los ejercicios ‘Sea Border 21’, organizados por la Marinha Portuguesa. En ellos, el patrullero de altura ‘Atalaya’, una de las unidades de vigilancia de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada, al mando del Capitán de Corbeta Rubén Correa Papí, junto un con un Equipo Operativo de Seguridad (EOS) de Infantería de Marina, se adiestró junto a fuerzas de Argelia, Francia, Italia, Libia, Malta, Mauritania, Portugal, Túnez y Marruecos.

En el ejercicio, realizado en aguas al sur de Portimão, contó con la participación de un total de ocho buques y dos aviones de vigilancia marítima, con el concurso de cerca de 400 efectivos pertenecientes a los países de la Iniciativa de Defensa 5 + 5, establecida en 2014, que incluye a cinco países de la orilla norte y cinco países de la orilla sur del Mediterráneo Occidental.

Las maniobras ‘Sea Border 21’ tuvieron como objetivo entrenar técnicas, tácticas y procedimientos de operaciones de seguridad marítima, así como fortalecer la cooperación entre las Fuerzas Armadas de los diez países participantes.